Con su alegría, entusiasmo y fantásticas habilidades, los perros tienen la capacidad de mejorar drásticamente nuestras vidas. No obstante algunas malas personas, por una enferma razón que no logramos entender, los lastiman física y emocionalmente al grado de casi provocarles la muerte.
Lamentablemente, esto fue lo que sucedió a una pequeña cachorrita pitbull, de tan solo 5 meses de edad, que fue encontrada por una amable mujer, Heather Blazina, en un refugio de Jacksonville, Carolina del Norte.
La perrita estaba gravemente enferma, había perdido todo su pelaje debido a una fuerte sarna.
«Vi que ella necesitaba salir de ahí. Mi formación es la medicina y la cirugía de los militares, así que pude ver que su tiempo se estaba agotando», señaló Blazina.
Además, la perrita estaba en lista de eutanasia por lo que la mujer tendría que actuar rápidamente si quería salvarla. Fue así como contactó con el refugio Adoption First Animal Rescue para pedir ayuda urgente.
«Les dije: Si la atrapan, la criaré y la llevaré al veterinario», dijo Blazina.
Afortunadamente, el grupo de rescate estuvo de acuerdo y aceptó ayudar a la desesperada mujer, la cual decidió llamar a la perrita Amaani. Para intentar salvarla, en primer lugar, atendieron su sarna, pero la cachorra no estaba reaccionando al tratamiento.
«No sabía qué estaba pasando y, después de varias visitas al veterinario, fue diagnosticada con moquillo», señaló la mujer.
El moquillo es una enfermedad viral grave, ataca el sistema inmune de los caninos y en la mayoría de los casos tiene consecuencias fatales. Pero Blazina no estaba dispuesta a renunciar a la linda cachorra y trabajó al lado del veterinario para lograr que Amaani mejorara.
Gracias a los medicamentos y sobre todo al amor de la admirable mujer, la perrita pudo recuperarse.
«El 4 de julio comenzó a dar señales de vida y eso nos dio esperanza. Amaani significa esperanza, aspiraciones, sueños y deseos. La llamamos así cuando todavía estaba en el refugio. Ella, definitivamente, ha estado a la altura de su nombre», dijo Blazina.
Cuando el terrible moquillo cedió, la piel de Amaani volvió a crecer. Pero no ocurrió lo mismo con su crecimiento, la perrita quedó atrapada en la talla de un cachorro.
«Discutí sobre su tamaño con el veterinario y creemos que el moquillo atrofió su crecimiento. No va a crecer más», aseveró la mujer.
Después de todo el sufrimiento que ha pasado, Amaani puede ser feliz nuevamente en el hogar de adopción con Blazina, ha hecho nuevos amigos y está lista para encontrar un hogar definitivo. Lo más sorprendente, es la actitud positiva que ha mantenido en todo momento.
«Me sorprende que su espíritu no se haya rendido, teniendo en cuenta todo lo que ha pasado. Cuando llegó a mí tenía una fiebre de 41°, tan solo eso te dice lo fuerte que luchaba. Ella tiene un espíritu increíble y que esté tan poco afectada es simplemente fenomenal», dijo Blazina.
Amaani es un perro milagroso. Esperemos que pueda encontrar un hogar permanente igual de hermoso que ella, en el que pueda ser feliz tal como siempre ha merecido.
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