Cada vez hay más personas en el mundo que aman por completo a los pitbull y están dispuestos a hacer lo que sea para ayudarlos.
Este fue el caso de Mario Rodríguez, un conductor de camiones que quedó completamente enamorado de un pitbull con sólo ver su foto. Se trataba de Hickory, un hermoso pitbull con una enorme sonrisa. Por desgracia, estaba en la lista de perritos a sacrificar en el Refugio Animal Care Center, de Nueva York.
El sonriente perrito sólo tiene dos años de edad.
Mario creció teniendo siempre una enorme conexión con los pitbull y no estaba dispuesto a dejar que el hermoso Hickory no lograra disfrutar de su vida.
“Todos en mi familia crecimos con esta raza. Yo crié a mis hijos con estos perros también. Son muy amorosos”.
El único problema era que Mario se encontraba trabajando en California, y era cuestión de tiempo para lograr adoptar a este hermoso perrito antes de que fuese demasiado tarde. Mario decidió arriesgarlo todo e hizo unas llamadas en el trabajo.
El viaje de California a Nueva York puede tomar casi dos días en carretera sin tomar ningún descanso.
Por suerte, lograron acomodar la ruta de los camiones para que tuviera que dirigirse a Nueva York. Emprendió el camino y llamó constantemene al refugio para asegurarse de que no sacrificaran a Hickory.
“Llamaba al refugio todos los días. Al tercer día hasta reconocían mi número. Me decían: “Sí, Marío. Todavía está acá. Todavía está acá”.
Mario condujo lo más rápido que pudo y llegó ansioso por conocer al nuevo miembro de su familia. Lo más «zoorprendente» de todo fue que Hickory no cabía en sí de alegría y parecía entender que Mario había llegado para hacerlo muy feliz.
Condujo más de 4.000 km
“Le dije que nos íbamos a casa y comenzó a mover su cola como loco. Me saltaba y no paraba de darme besos”.
Cuando Hickory llegó a su casa se llevó de maravilla con sus dos nuevos hermanos pit bull. Pero cuando vio que Mario debía regresar al trabajo simplemente no estaba dispuesto a separarse de él. La familia consiguió la solución perfecta: Hickory sería el nuevo copiloto de Mario.
Ahora es su acompañante perfecto para el trabajo, y está feliz mientras conoce nuevos territorios.
“Siempre nos detenemos en parques y granjas. Ha conocido caballos y le ha ladrado a las vacas. Se está divirtiendo como nunca”.
En la noche, Hickory tiene su propia cama para perros para poder dormir dentro del camión.
Sin duda, Mario y Hickory están hechos el uno para el otro. Esperamos que sigan disfrutando un sin fin de aventuras juntos.
Te invitamos a compartir esta emotiva historia para celebrar la nueva vida de este hermoso perro