La copa del mundo une los corazones de todas las naciones y es que no hay otro evento futbolístico que se le pueda comparar. Simplemente, se trata del torneo más esperado por todos los fanáticos y conocedores de este apasionante deporte.
Si bien fue Francia quien tuvo el honor de alzarse con la victoria del mundial, todos los asistentes al magno evento tuvieron su propio premio al poder conocer personas, costumbres y tradiciones de todo el mundo.
Por ello, Ricardo Lazo, un apasionado del fútbol de Lima, Perú, decidió regresar a Rusia, para poder obtener su propio trofeo, uno muy especial. El hombre viajó por primera vez a Rusia en junio para ver el enfrentamiento entre su equipo nacional y Australia que se realizaría en Sochi.
Afortunadamente, Perú ganó 2-0 y, después de celebrar, Ricardo regresó a su hotel donde lo esperaba una cariñosa cachorrita callejera sentada plácidamente afuera. Cuando el hombre vio a la linda perrita de color caramelo fue amor a primera vista, sabía que tenía que cuidarla y llevarla con él a Lima.
«La vi tan pequeñita y tan frágil que dije no la puedo dejar abandonada», dijo Ricardo.
Sin embargo, llevar al pequeño animal no era algo fácil, tenía que conseguir los documentos y las vacunas necesarias para que pudiera viajar en el avión. Los trámites parecían ser largos y la perrita necesitaba ayuda urgente, puesto que tenía una de sus patitas rota.
Ricardo decidió no perder más tiempo, rápidamente buscó un veterinario y llevó a la perrita a Povodog, un refugio para perros abandonados, para que la perrita pudiera estar a salvo hasta que pudiera llevársela a Perú.
«Ellos estaban muy contentos porque la idea inicial era adoptarla y llevarla conmigo a Perú», fueron las palabras de Ricardo sobre Povodog.
Los miembros de Povodog hicieron una campaña en Facebook para que la perrita pudiera ser trasladada hasta Perú.
«La reacción de las personas fue positiva. Todo el mundo seguía nuestra página de Facebook y apoyaba esta iniciativa. Espero que el ejemplo de este hombre contagie a otras personas, tanto en Rusia como en otros países», señaló Tatiana Shalímova, directora de Povodog.
Después tres semanas de espera, Ricardo volvió a Rusia para reunirse con Businka y darle todo el amor que siempre ha merecido.
«Ellos no tienen la culpa de ser animalitos, no tienen por qué estar sufriendo en la calle. No tienen porque estar desamparados, pasando penurias, pasando hambre, pasando frío», dijo Ricardo.

Povodog
Además, Ricardo ha señalado que planea abrir su propio refugio para poder ayudar a los animales más necesitados de su país y, al igual que su amada perrita, se llamará Businka.
Este acontecimiento nos demuestra que siempre habrá alguien dispuesto a ayudar a los seres más indefensos y cariñosos, devolviéndonos la esperanza en la humanidad. Esperemos que más personas entiendan lo importante que es el cuidado animal y que día a día más perritos abandonados puedan encontrar un nuevo hogar.
¡Comparte esta increíble historia con todos tus amigos y recuerda amar a todos los animales!