Janet Adamowicz tiene una historia zoorprendente para contar y es que hace pocos días esta mujer pudo reunirse con Boo, su adorable gatita de 17 años que se escapó de casa hace más de una década y apareció con bien a más de 60 kilómetros de su hogar.
Janet, que actualmente es propietaria de otros dos gatos, recibió una llamada muy sospechosa de Wicstun Vets. La persona encargada de comunicarse le dijo que había extraviado un gato y ella pensó que se trataba de un error, pues sus dos mininos estaban en casa.
Sin embargo, la sorpresa de Janet fue mayúscula cuando la persona al otro lado de la bocina le dijo que según los registros del micro chip de la gatita, aparecía ella como propietaria de Boo. ¡No podía creer que luego de tanto tiempo la hubiesen encontrado!
Boo se fue de casa cuando sólo tenía 4 años, en el 2005. Janet y su familia la buscó por todos los alrededores de Pocklington, donde residen. Colocaron carteles en varios establecimientos, interrogaron a muchos vecinos y pusieron un anuncio en la prensa, pero todo fue en vano. Después de un año de búsqueda, Janet se dio por vencida.
Muchos años más tarde, una vecina de York, a más de 60 kilómetros de la localidad de Janet, vio a Boo merodeando por su vecindario y decidió atrapar a la gatita y llevarla a Wicstun Vets, donde se encargaron de realizar el resto del trámite y devolver al animalito a su dueña.
Para Janet fue muy emocionante y conmovedor entrar a Wicstun Vets y notar que Boo aún la recordaba. A su juicio, y tomando en cuenta que la gata permaneció en las calles por 13 años, la encontró bastante bien. Boo sólo tiene algunos síntomas de deshidratación, pero es una gata madura bastante saludable.
Para los familiares de Boo aún es una sorpresa imaginar que la gata llegara a recorrer una distancia semejante lejos de casa. La verdad es que muchos gatos hacen correrías nocturnas bastante largas y algunos estudios al respecto demuestran que estos animales pueden recorrer kilómetros en una noche.
Lo más sorprendente de este conmovedor caso, es que Boo podrá pasar sus últimos años de vida en casa, con todos los cuidados que necesita una gatita de su edad, y que fue la información almacenada y actualizada en un microchip la que le permitió reunirse con sus amos.
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