Sai formó parte de la familia de Daniel y Abby Plested durante dos años. Es un weimerania fuerte, travieso y sumamente inquieto, razones suficientes para que su dueña tomara la decisión de dar en adopción a su perro y dejarlo en un centro de cuidados caninos.
Abby lleva desde hace algún tiempo el blog Honey We Are More, una plataforma en la que expone los típicos altibajos de su vida familiar y donde hace partícipe a su comunidad de sus vivencias, entre ellas el desarrollo de su tercer embarazo.
Lo seguidores de Abby notaron que repentinamente Sai ya no aparecía en las imágenes cotidianas de la familia y fue inevitable preguntar por él, fue entonces cuando la bloggera tuvo que confesar a su comunidad que ella y su esposo habían decidido dar en adopción a la mascota.
«Sentí que no le estábamos prestando a Sai la atención que necesitaba», escribió la joven en su blog, pero esto sirvió para que un montón de personas comenzaran a atacarla por su justificación. Después de todo era un perro de dos años y había crecido junto a la familia, ¿por qué ahora y no antes?
Daniel se siente muy incómodo con la situación y el rechazo del perro en el hogar ha traído algunos altibajos familiares, pero Abby se mantiene firme, asegurando que se trata de un perro adolescente que requiere de atención, ejercicio y ellos no están en la disposición de darle los cuidados requeridos.
Cuando algunos medios trataron de contactar a Abby sobre su radical decisión, la joven dijo que no estaba dispuesta a discutir su vida privada con nadie:
«Sai tenía gran importancia para nosotros cuando lo trajimos y durante los dos años que lo tuvimos, PERO realmente creo que no estamos en esta tierra para recoger todo en el camino y aferrarnos a todo.»
Ante la polémica levantada por Abby, la directora de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (SPCA) fue contactada por los medios. Andrea Midgen explicó que era muy común que ciertas familias tomaran decisiones similares en algún momento de sus vidas.
Midgen asegura que es una crueldad para el perro, que ya cuenta con dos años, y que pudo haberse resuelto el problema con la debida orientación de entrenadores y expertos en comportamiento canino. También garantiza que un perro más adulto quizás no habría pasado por esto.
La experta asegura que las familias deben tener presente que una mascota es un compromiso que estará contigo unos 15 años y que debes pensarlo muy bien antes de dar el importante paso de adoptar.
Esperemos que Sai consiga un nuevo hogar en el que pueda contar con amor “para toda la vida”.
Comparte esta noticia con tus amigos, posiblemente le sirva a muchos de reflexión sobre la importancia de recibir una nueva mascota en casa.