Cuando los perros de edad más avanzada son abandonados en las calles, tienen muy pocas probabilidades de lograr sobrevivir o de conseguir alguna familia que los adopte. Es por esto que el futuro para esta perrita a la que llamaron Oolu, lucía muy oscuro. Oolu fue hallada en un lugar que podía resultar particularmente peligroso para un perro: un puerto.
Los puertos son lugares donde el ruido y la maquinaria pesada hacen que no se trate de un buen lugar para un perro.
Al Ritch la encontró asustada entre cientos de cajas de envío mientras que trataba de buscar comida y un lugar seguro. Ritch no podía quedarse con ella, pero decidió que la mantendría a salvo hasta contactar con alguna Fundación que pudiera ayudarla. Decidió llamar a Hope For Paws, y los rescatistas Loreta Frankonyte y Eldad Hagar llegaron lo más rápido que pudieron para conocerla.
Hope for Paws es una ONG conformada únicamente por la pareja de rescatistas.
Ritch la había mantenido alimentada y en un lugar seguro, pero se veía que la perrita tenía una edad bastante avanzada, así que les preocupaba que pudiera sufrir alguna enfermedad delicada. Lo mejor sería llevarla a un veterinario lo más pronto posible.
Tras tantos años difíciles en la calle, Oolu se mostraba muy desconfiada y no era fácil acercarse a ella.
Loreta y Eldad decidieron hacer las cosas poco a poco para lograr ganarse la confianza de la perrita. La saludaron desde lejos y le iban ofreciendo comida para que Oolu entendiera que ellos estaban allí para ayudar. Después de varios minutos, Oolu comenzó a ceder y a dejar que sus rescatistas la acariciaran y compartieran con ella.
Los rescatistas estiman que Oolu debe tener cerca de diez años.
Cuando notaron que la perrita ya no se encontraba asustada le pusieron un collar para dirigirla hacia el automóvil. Ritch la acompañó para poder despedirse de ella, y les explicó a los rescatistas la razón de su nombre:
“La llamé así porque Oolu es el nombre de los contenedores de envío en los que la encontré vagando”.
Loreta y Eldad se conmovieron con la historia y le aseguraron que le mantendrían ese nombre. En el Hospital, la dulce perrita recibió un merecido baño y un chequeo completo.
Descubrieron que tenía algunos problemas en la piel como infecciones, así que le recetaron algunas medicinas para que comenzara a tratarse de inmediato.
En contra de todos los pronósticos, la dulce Oolu fue adoptada rápidamente y ahora es parte de un hogar muy cariñoso en donde le dan todo el amor que se merece para pasar tranquila los últimos años de su vida.
“Tuvo una vida muy difícil, pero ahora podrá vivir sus años dorados en paz”.
La tierna historia de esta perrita nos ayuda a crear conciencia sobre la importancia de cuidar a los perros cuando se encuentran en sus últimos años, ya que es allí cuando más necesitan de nuestra compañía.
Te invitamos a compartir esta historia para recordar la importancia de adoptar perritos aunque sean mayores.