Peyton es un pequeño que lleva mucho tiempo pidiendo a su familia que le permitan adoptar un gatito. La familia Harris ya tiene un perro, pero el pequeño niño siempre ha sentido una afición mucho mayor por los gatos. Después de muchos años sus padres decidieron concederle lo que había deseado por tanto tiempo.
«Peyton es muy introvertido, así que quería un gatito con el que pudiese acurrucarse”
La familia entera acompañó a Peyton a visitar varios refugios en busca del gato de sus sueños. A pesar de que habían cientos de gatitos lindos, el niño decidió que quería a Luna Lovegood, una linda gatita que ya se encontraba en los trámites de ser adoptada por otra familia.
Luna fue bautizada así en honor a un personaje del universo de Harry Potter.
Por suerte, Luna y Peyton estaban destinados a estar juntos. Por alguna razón la otra familia decidió no adoptar a la gatita así que la familia Harris la llevó consigo. La gatita se ganó el corazón de todos en muy pocos días, y hasta se llevaba de maravilla con el perro de la casa.
“Es un gatita increíblemente cariñosa. Esa fue la razón principal que enamoró a mi hijo».
Peyton cuidó a Luna como un excelente hermano mayor, y al poco tiempo de vivir con ella decidió darle un regalo especial. Comenzó a reunir dinero para poder comprarle un árbol para gatos; pero después se le ocurrió una idea mucho más linda que haría que toda la familia trabajara en conjunto.
Peyton recientemente ha cumplido nueve años de edad.
La familiad de Peyton se estaban quedando en casa de sus abuelos mientras que su padre ayudaba en la construcción de su nuevo hogar. Un día el niño vio a su padre trabajar y decidió que él quería hacer una casa hecha a la medida para su gatita y poder regalársela. El proyecto les encantó y como ya tenían los materiales a la mano comenzaron a trabajar sin pensarlo dos veces.
“Mi hijo se encargó por completo del proceso creativo, la planificación y ayudó en buena parte de la construcción de la casa”.
Kristen, una prima, ya había trabajado en proyectos similares así que ella hizo toda la parte estructural y los cortes de madera. El pequeño Peyton disfrutó mucho martillar, taladrar y ayudar a construir la casa que tanto había imaginado para su amiga Luna. El resultado fue una hermosa casa de dos pisos que hasta tienen balcón.
La casa cuenta con una rampa que le permite a la gatita acceder al segundo piso.
En la casa ponen la comida de la gata para que el perro no la pueda obtener, y también tienen la opción de levantar el techo para que los humanos puedan poner y quitar cosas del segundo piso. Los pisos están alfombrados y la pequeña Luna luce sumamente cómoda y feliz en su nuevo hogar.
Te invitamos a compartir este tierno gesto de amor que Peyton tuvo con su gatita.