Las vacas son los animales más comunes de encontrar en una granja, la mayoría se encuentran pastando por todo el lugar y son usadas para generar alimentos con su leche o con su carne, otras para tener crías; y una cantidad más reducida son tratadas como mascotas, siendo consentidas de sus dueños.
Generalmente, para los dueños de haciendas o granjas, es primordial que su vaca sea fértil y pueda dejar descendencia. Lo habitual es que, por parto, una vaca tenga una cría; sin embargo, en Sebeka, Minnesota, una vaca dejó boquiabiertos a todos con su particular parto.
La vaca no tendría asistencia para dar a luz, al pasar los nueves meses de gestación, el animal supo que ya era hora de tener a su pequeño ternero y entró en labor de parto. Deb y Chuck Beldo son los dueños de la granja desde hace décadas, y están acostumbrados a ver a las vacas durante el parto y qué esperar de ellas.
Este ejemplar tendría su tercer parto y, en los dos anteriores, sus crías siempre nacieron sanas y perfectas; así que, los Beldo estaban bastante confiados que la vaquita podría traer a su cría con facilidad.
El parto inició, Deb estaba al lado de la vaca, viendo si todo transcurría con normalidad, mientras Chuck observaba a distancia. La vaquita tuvo al becerro y todo fue un éxito, no hubo ningún inconveniente, pero minutos después todos quedarían boquiabiertos con lo que sucedería.
La valiente vaca no tuvo una sola cría como es lo habitual, ¡tuvo cuatro becerritos en un mismo parto! Chuck miraba desde lejos la particular escena, y veía cómo Deb levantaba los dedos en una señal que cada vez se sumaba otra cría a la camada, hasta que pudo contabilizar que la vaca tuvo un parto cuádruple.
Esta cantidad es bastante inusual para los bovinos; según las estadísticas, puede que esto suceda en 1 de cada 700 mil partos, pero la posibilidad de que las pequeñas crías permanezcan vivas es realmente baja, solo sucede en 1 de 11 millones de nacimientos.
Afortunadamente, este milagroso caso es uno de los pocos en los que sus crías permanecen vivas; ya después de una semana, los cuatro becerros están sanos y aprendiendo todo lo que su madre les enseña.
Para los dueños de la granja, Deb y Chuck, significa más horas dedicadas a su ganado porque deben ayudar a la vaca madre en las atenciones de las cuatro criaturas. Ahora, Chuck y Deb, quienes jamás habían visto un caso similar, deben alimentar a los becerritos cada 4 horas.
Puedes ver el video donde muestran a la resistente madre y sus crías a continuación:
Realmente es de admirar, esperemos que las pequeñas crías sigan creciendo cada vez más fuertes y con más salud.
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