Si hay algo que debemos aprender de los animales es su eterno amor y agradecimiento, cada día recibimos más lecciones de vida de parte de ellos; muchas personas son desagradecidas y no sabemos retribuir un favor, pero un animal agradece la vida entera con amor y confianza.
Brantly Harrison y su familia aprendieron esta lección de parte de una pequeña ardilla, ellos simplemente cuidaron de una ardillita cuando fue atacada por un búho; al resultar lastimada, la familia de esta mujer decidió cuidar y alimentar a la criaturita mientras sanaba.
Ellos esperaban salvar la vida del pequeño animal, pero lo que jamás esperaron es que el vínculo que se creó entre ellos fuera tan grande y familiar. La ardilla se enamoró de su nueva familia humana y en agradecimiento por salvar su vida los amó para siempre.
Al animalito sólo le tomó un año amar a su nueva familia. En 2009, Harrison la encontró en un refugio para animales lastimada y la llevó a casa para sanarla, eventualmente en 2010 la ardilla fue liberada; sin embargo, ella no olvidó a su familia humana.
La ardilla fue llamada Bella. Cuando fue liberada, todos esperaban que viviera una vida feliz como cualquier animal de vida salvaje, y para la ardilla esto fue sencillo, solo que no pudo despegarse de su familia adoptiva.
A pesar de vivir su vida salvaje, Bella regresaba casi a diario a visitar a su familia, la pequeña ardilla se sentaba en la puerta de la entrada para que la vieran, en algunas ocasiones se paseaba por el patio o miraba por la ventana, todo esto para que su familia humana supiera que estaba bien y los amaba.
Bella hizo esto durante 8 años, estaba muy cómoda con su familia y a veces compartía con ellos en el jardín cuando salían a tomar un poco de aire fresco. Y si todo este comportamiento es raro para una ardilla, lo que sucedió después fue mucho más sorprendente.
Un día el animalito acudió a su familia humana completamente desesperada; para la sorpresa de la familia, Bella se había lastimado una patita, ellos cuidaron de ella y le administraron antibióticos, tuvieron que mantenerla con ellos mientras se recuperaba, por lo que decidieron meterla dentro de una jaula.
Sorpresivamente para la familia entera, un día cuando revisaron la jaula Bella no se encontraba sola; afortunadamente, había tenido a sus bebés en la seguridad de su hogar humano.
Bella sabía que los únicos que podrían ayudarla a cuidar de sus bebés era su familia adoptiva. Y, para Brantly Harrison y todos en casa, esto fue una sorpresa maravillosa.
Bella está segura y tranquila porque confía en su familia, sabe que estos cuidarán de ella y de sus bebés hasta que ella se recupere completamente y sus bebes estén listos para abandonar el nido y ser liberados.
Qué hermoso ejemplo de amor y agradecimiento nos da esta pequeña ardilla, ¡Compártelo con tus amigos!