En los espectáculos ecuestres es normal ver muchas atracciones, incluidos caballos y perros amaestrados que sorprenden a la audiencia con sus trucos, pero ninguno de ellos supera la popularidad de Dally y Spanky, un par de mascotas que cultivaron una insospechada amistad.
Todo comenzó cuando Francesca Carson rescató a Spanky, un pony que para ese momento tenía solo dos años de edad. La domadora de caballos, que tiene un rancho en Spokane, cerca de Washington, comenzó a trabajar con su nueva mascota y a enseñarle algunos trucos.
Unos años más tarde, Steve Rother, la pareja de Francesca, rescató a una Jack Russell a la que puso por nombre Dally. En las jornadas de entrenamiento de Spanky, la curiosa de Dally se sentaba a observar con atención las rutinas hasta que un día, para sorpresa de sus dueños, saltó sobre el lomo del caballo.
Francesca comenta risueña a la presa:
“La gente me pregunta cómo entrené a Dally, pero realmente no lo hice. Yo solo entrené al caballo.”
En efecto, Dally aprendió a hacer todos los trucos por sí sola, siguiendo los movimientos de Spanky. Poco a poco, el gracioso espectáculo de estos singulares amigos comenzó a hacerse conocido en algunos shows ecuestres de los Estados Unidos, hasta que su fama llegó a la televisión.
En el año 2014, ambos animales tuvieron una actuación en The Late Show with David Letterman y, desde entonces hasta ahora, se han vuelto muy populares dentro y fuera de los Estados Unidos, especialmente en las redes sociales, donde un video de las peripecias de Dally y Spanky supera los 55 millones de reproducciones.
Hoy en día, la traviesa Dally tiene 9 años de edad, tan solo uno menos que su fiel compañero Spanky. Es común ver a la Jack Russell echada sobre el lomo del caballo o acurrucada muy cerca de su barriga. ¡Ambos son inseparables!
Francesca cuenta con mucha gracia que Dally es sumamente celosa con Spanky. Cuando otros perros se acercan a él, les gruñe y siempre trata de defenderlo con mucho carácter. Ambos tienen una conexión muy especial y se demuestran un afecto incondicional.
Comen y beben juntos, Dally se emociona mucho cuando se acerca la hora de comenzar el espectáculo y es una presumida, afirma su dueña, ya que le gusta hacer travesuras ante el público, que la aclama con emoción.
La dueña de estas pequeñas estrellas tiene a otros caballos que cuidar y a los cuales adiestrar, pues en su rancho brinda orientación a otras personas que desean obtener conocimiento sobre los cuidados equinos. También hay programas de equitación y desarrollo de jinetes.
Muchas personas dentro y fuera de los Estados Unidos admira el trabajo que Francesca Carson hace con sus animales, pero como ella misma sostiene: en el caso de Dally y Spanky, lo que hay de por medio es una hermosa amistad.
¡Motiva a otras personas con esta linda historia! Comparte las peripecias de Dally y Spanky con tus amigos.