Xena es una linda cachorra mestiza de Kelpie de 6 meses de edad, que casi perdió su vida hasta que un perrito le pudo donar sangre. La perrita fue encontrada en el jardín de una casa de Ipschiw, Inglaterra, en donde yacía prácticamente sin vida.
A la perrita le costaba mucho realizar cualquier movimiento y sus encías se veían sumamente pálidas.
Fue recibida en RSPCA, y la primera sospecha de los veterinarios fue que tenía muy avanzado el parvovirus; pero cuando realizaron las pruebas esto salió negativo. Poco después salió a la vista la verdadera razón de la debilidad de Xena: la pobre estaba plagada de pulgas.
La pequeña Xena se encontraba anémica por la enorme cantidad de pulgas que tenía.
Tui Foulkes fue la encargada de recibir a Xena en el turno de la noche. A pesar de todos sus años de experiencia, ella y su equipo estaban realmente atónitos y aseguran que jamás habían visto a un perro en esas condiciones:
“Se estaban arrastrando por toda su piel. Nunca había visto tantas pulgas en mi vida”.
Habían succionado tanta sangre, que no quedaba en ella lo suficiente para sostener su propio cuerpo. De inmediato, la cachorra recibió Frontline en spray y una pastilla para combatir la plaga; pero se encontraba tan débil que si no recibía una transfusión pronto, no podría sobrevivir.
Un perro con la contextura de Xena debería tener cerca de dos litros de sangre circulante, pero ya había perdido casi una cuarta parte.
Afortunadamente, en el siguiente consultorio se encontraba un perro al cual estaban operando para esterilizarlo. El mestizo de labrador se convirtió en el héroe del día y obtuvieron de él 450 mm de sangre que transfirieron rápidamente a la pequeña Xena.
Los veterinarios señalaron la importancia de tratar a tiempo las pulgas por la salud de los perritos, y no sólo como un acto de limpieza del hogar.
“La gente cree que las pulgas no pueden acabar con la vida de sus mascotas, pero pueden hacerlo”.
Apenas una hora después de recibir la transfusión, la perrita comenzó a mejorar y a menear su cola. Su temperatura, que estaba extremedamente baja, también comenzó a normalizarse gracias a la transfusión. Su recuperación fue indudable:
“La mañana siguiente ya estaba corriendo y comiendo. Había regresado por completo a la normalidad”.
Una vez que tuvo la energía necesaria, demostró una personalidad encantadora. Es una perrita muy amorosa y juguetona.
Los dueños anteriores de Xena la entregaron y en cuanto termine de recuperarse será una linda candidata para la adopción.
Esperamos que la historia de Xena ayude a crear conciencia sobre la necesidad de darle a los perritos todos los cuidados médicos que requieren para no permitir que lleguen a condiciones tan críticas.
Te invitamos a compartir la historia de Xena para recordar lo peligrosas que pueden ser las pulgas si no son tratadas a tiempo.