Los perros son unos de los animales más leales y sensibles; en sobradas ocasiones hemos sido testigos de incontables muestras del amor, fidelidad y devoción que prodigan por sus dueños. Aunque no siempre esos lindos sentimientos de los peluditos son tan bien correspondidos, como quisiéramos.
Sin embargo, este no es el caso. Una historia muy conmovedora ha circulado en las redes tocando la fibra de millones de corazones.
Se trata de Rick y su perrita Karm, quienes han estado juntos por mucho tiempo, y su compañía es incondicional, son inseparables. Karma se cayó en un río pero Rick no dudó ni un segundo en saltar para rescatarla. Sin importar los riesgos, él enseguida ayudó a su incondicional compañera.
Afortunadamente y gracias a su heroica hazaña salieron a salvo, y Karma no sufrió ninguna lesión. Pero al poco tiempo Rick comenzó a tener síntomas de una enfermedad respiratoria que probablemente desarrolló por las aguas del río y las bajas temperaturas.
Fue en busca de un diagnóstico y los médicos le dijeron que era muy importante que recibiera tratamiento inmediato para recuperarse, de lo contrario podría llegar a ser mortal. Entonces Rick debió quedarse hospitalizado mientras recibía los cuidados y medicamentos necesarios para combatir su enfermedad.
Lamentablemente, no conocía a nadie que pudiera cuidar a Karma, eso significaba que debía volver a un refugio o centro de rescate; al menos mientras él estuviera convaleciente. Así que solicitó una plaza para su perrita mientras él se recuperaba.
La dejó bajo el cuidado de Villalobos Rescue Center. Pero Rick no pudo volver a comunicarse mientras estaba interno en el hospital, con la tristeza de que su ingreso duró mucho más días de lo que él imaginaba. Estaba muy afectado emocionalmente, por eso no sabía si al salir la encontraría, y Karma también estaba muy triste y extrañando a su amigo.
Transcurrieron dos semanas de tratamiento y finalmente Rick estaba en condiciones para salir del hospital y lo primero que hizo en ese momento fue dirigirse al centro de rescate.
Todos estaban muy contentos de ver que alguien había llegado a buscar a Karma, pero eso no era nada comparándolo con la emoción de ella cuando vio a su dueño, a su amigo de nuevo.
¡Fue grandioso! Karma no paraba de acariciarlo, de darle besos, hasta lo tumbó al suelo de tanta emoción, no podía creerlo, su amigo estaba junto a ella de nuevo.
Nos encantan los finales felices. Estas imágenes no son más que la muestra de que por poco amor que reciba un animalito, él siempre corresponderá con creces, dándonos a los humanos verdaderas lecciones. Lo que hay en su corazón muchas veces es indescriptible.
¡Qué emotiva historia!, a pesar de las dificultades tuvo un final muy feliz, eso es lo más importante. ¡Compártela!