Los niños hacen lo que sea para evitar comerse los espárragos, y este perrito que está en sus primeros años de vida, reacciona ante ellos también. Sin embargo, en lugar de evitarlos, se comporta de una forma muy graciosa. Aunque el adorable perrito no tiene la culpa de todo, ya que su extraña conducta también está causada por su dueño, quien quiso hacerse el gracioso engañándolo con algo muy ingenioso 😀
El dachshund bebé de pelo largo está, según podemos apreciar en las imágenes, tratando de cruzar el pasillo de su casa. Pero hay algo que bloquea su traslado, una curiosa muralla o quizá una cerca, la misma no le permite ir al otro lado para continuar con su camino. Es muy adorable la escena, si tienes perritos puedes hacerles este juego en casa. Se divertirán mucho seguramente.
La cerca está creada con botellas de agua acostadas, puestas una al lado de la otra, con espárragos en el medio que se sostienen por la presión que hay entre cada una de las botellas. Eso es lo que le da el aspecto de reja de seguridad. El chico, mientras mueve la cola una y otra vez alrededor del obstáculo, le da ocasionalmente a las botellas con sus adorables patitas.
Al pasar los segundos, al perrito se le va haciendo familiar la base plástica de la cerca, por lo que empieza a inspeccionar qué son esos alargados palos verdes que están bloqueando su camino hacia el otro lado del pasillo 😛
Así continúa durante un rato, yendo hacia atrás y hacia delante… Deteniéndose ocasionalmente para oler los palitos verdes que tienen esas puntas tan extrañas para él. Aunque sigue haciéndolo con mucho respeto, está algo intimidado.
Poco a poco va tomando confianza y acercándose más a los espárragos, hasta que se da cuenta de que lo que parece ser cerca reja de metal es realmente suave e inofensivo. Mientras tanto, su dueño sigue filmándolo, y el chico se mueve hacia la derecha para agarrar algo de impulso.
De repente, el perrito le hace frente a los espárragos, le da la cara a sus miedos y empuja lo que está delante de él. Al liberarse de esa prisión psicológica, su cola se mueve, queda visiblemente alegre de haberlo logrado.
¿Por qué su dueño hizo esto? Pues no hay buenas razones, solo le sobraban algunos espárragos en la cocina y quiso divertirse con su perrito. No sabemos si el chico se divirtió tanto, pero sin duda se entretuvo con ese obstáculo y además aprendió a enfrentar un miedo. Quizá hasta le haga bien para su crecimiento.
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