Al Refugio Municipal de Detroit llegó un mestizo de golden retriever de 10 años llamado Rio, y en poco tiempo pasó a ser conocido como el perro más triste de todo Detroit. Su apodo no es una mera exageración. Al perrito le costó acostumbrarse al brusco cambio de vivir en un hogar, a tener que ir al refugio.
Río había vivido con su antiguo dueño por una década entera
En el caso de Río, la repentina muerte de su dueño lo dejó sumido en una fuerte depresión que hizo la transición a su vida en el refugio mucho más difícil de lo normal. Desde que llegó evitaba todo contacto humano y prefería pasar el tiempo escondido.
Los lugares favoritos de Río para esconderse eran una esquina frente a una pared o debajo de la mesa.
Con el tiempo, las personas del Refugio comenzaron a preocuparse cuando vieron que no daba señales de mejoría. Comentaron el caso con la fundación Detroit Dog Rescue. La directora del DDR, Kristina Millman, comentó la importancia de tomar acciones inmediatas:
“Asumimos los casos de salud médica y mental, como los perros que se pueden estar cerrando o que sufren de neurosis en las perreras. Mucha gente no se da cuenta de que los perros son criaturas intuitivas y sensibles. Sienten como los humanos, todo lo que sucede a su alrededor”.
Una vez que Kristina conoció el caso de Río, indició que necesitaba con urgencia un hogar de acogida para poder recuperarse en un ambiente familiar donde se sintiera amado. Por suerte, Ryan Callahan y su esposa son voluntarios en DDR y no dudaron un instante en brindarle un hogar temporal a Río.
Ryan trabaja desde casa, por lo cual podía brindarle compañía en todo momento al perrito.
A medida que pasaron los días en su nuevo hogar adoptivo, Río se fue alejando de las paredes para pasar horas tumbado a los pies de Ryan. Es la única persona con la que ha logrado entablar una relación de amistad.
Río sólo se atreve a mirar a los ojos a Ryan.
La recuperación de Río sigue progresando cada vez más. Todavía no saben con certeza si Río permanecerá en ese hogar, pero lo que es seguro, es que ha logrado recuperar su salud gracias a su convivencia con la familia Callahan.
“Cada vez que pasamos junto a él, mueve su cola, y le encanta salir a caminar al bosque con nosotros. Creo que sólo necesitaba un lugar en la vida de alguien”
En situaciones tan duras como la pérdida de un ser querido, las mascotas también necesitan superar su etapa de duelo con todo el apoyo posible para no sumirse en la depresión.
Te invitamos a compartir esta conmovedora historia para recordar el apoyo que necesitan las mascotas en momentos tan críticos como el que pasó Río.