Ginger es una perrita que se encontraba perdida de su hogar, su familia no la encontraba y no sabían nada de su paradero. Lo que nadie sabía era que ella se encontraba metida en un enorme problema del que literalmente no podía salir: estaba atrapada en el fango a la orilla del río.
Brenda Osborne, dueña de Ginger, dejó a sus tres perros el viernes por la mañana antes de salir durante el fin de semana y no fue hasta el lunes cuando volvió que se percató que su amada Ginger no se encontraba.
Ese miércoles, Darrell Perkins se encontraba por el río en Ulysses, Kentucky, cuando escuchó un sonido proveniente de la orilla del río, el sonido le era familiar. Perkins estaba seguro de que se trataba de un perro y no de cualquier perro, tenía el presentimiento de que se trataba de Ginger. Al acercarse se percató de lo que sucedía.
«Estaba subiendo a mi camioneta para ir a trabajar y escuché muchos gritos. Parecía que venía del otro lado del río, pero al saber que Ginger estaba perdida, pensé que debía investigar”, dijo Perkins.
La canina se encontraba perdida desde el día viernes, sus familiares podían pensar que solo era una salida traviesa de perros, pero ya había pasado casi una semana desde su desaparición hasta el momento.
«Mientras caminaba por la orilla del río, encontré a Ginger atrapada en el barro junto al río, había estado allí desde el viernes”.
Para Perkins era momento de actuar, no podía dejar a Ginger ahí. El valiente hombre protagonizó un rescate digno de la televisión, salvó a la cachorra y las imágenes de ese momento se encuentran capturadas en video.
En las imágenes podemos observar cómo, con paciencia y esfuerzo, Perkins rescata a Ginger del lodo. A la cachorra se le nota muy triste, cansada y bastante asustada; sin embargo, el hombre la calma y le hace saber que todo estará bien.
Al pasar tantos días atrapada ahí, la pobre perrita seguramente estaba muy cansada y hambrienta. Con mucha suerte para ella, no es algo de lo que no se pueda recuperar; ella se recuperará de este incidente y volverá con su familia.
Es una fortuna que Perkins estuviera ahí en el momento justo en el que Ginger juntó sus fuerzas para ladrar tan fuerte que él pudo escucharla. De momento, la perrita se encuentra en recuperación y atención veterinaria, conforme vaya mejorando le realizarán radiografías y exámenes para asegurarse de que se encuentre bien.
Todos en casa están muy felices de tener a Ginger de vuelta y esperan que se recupere muy rápido. No dejes de compartir esta historia, y recuerda que las mascotas son como nuestros hijos, dejarlas solas durante un fin de semana podría terminar muy mal.