Si se pudiera demostrar que un individuo es el responsable de la matanza y masacre que ha llevado a una especie al extremo de la extinción, ¿que pena máxima debería obtener?
Pues este traficante de cuerno de rinoceronte es la versión de la vida real del más bajo y despreciable tipo de ser humano: cazadores furtivos y traficantes de animales.
El hombre fue capturado y se veía como que si la justicia por fin fue servida para este asesino.
Sin embargo, como pronto él mismo descubriría, las leyes no siempre protegen al más vulnerable.
Fue apresado en posesión de una tonelada de marfil de elefante y cuerno de rinoceronte valoradoes en proximadamente 65.000 dólares el kilo.
La operación que llevo a su caída fue orquestada en el Aereopuerto Suvarnabhumi.
Pero los jueces no estaban dispuestos a escuchar razones, unos miserables dos años y medio de sentencia, esa fue la mayor condena otorgada al hombre que cazó a cientos de elefantes y rinocerontes.
Boonchai Bach, el rey jefe de la notoria familia de contrabandistas de animales, los Bach.
Él fue arrestado en posesión de 14 cuernos de rinoceronte para su contrabando.
Aunque este sea el único cargo imputado en este momento, este hombre ha estado involucrado en la destrucción de varias especies en peligro de extinción, como los elefantes, pangolines, tigres, leones.
Los estimados más conservadores calculan que este hombre ha contrabandeado miles de toneladas de colmillos de elefante y cuernos de rinoceronte.
Eso se traduce en cientos o quizás hasta miles de animales que fueron injustamente alejados de su hábitat natural para alimentar la industria ilícita del contrabando.
Desafortunadamente, para todos los amantes de los animales del mundo entero, el gobierno de Tailandia no consideró que sus crímenes fueran juzgados por separado.
Se procedió a dictar una sentencia de 2 años y medio por financiar las actividades de contrabando.
Hasta hace muy poco, 2014 para ser exacto, Tailandia era el paraíso de los traficantes pues carecía casi completamente de normas que regularan el tráfico de animales.
Ellos usan el río Mekong para transporte y de mercancía hacia Vietnam y China.
Su ubicación privilegiada y riqueza en la vida de su fauna la llevan a ser el blanco perfecto de los criminales.
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