Quin y Gray son dos hermanos de raza gran danés, víctimas de la cría irresponsable de perros para su comercialización. A causa de eso, nacieron con problemas físicos que requieren cuidados especiales, y un extra de amor y atención. Su madre, Princess, fue rescatada después de sufrir amarrada en un jardín con una terrible dieta y mala salud. Resulta que un hombre la tenía allí e hizo que se reproduzca con su hermano, otro gran danés… ¡Qué terrible irresponsabilidad!
A Princess la rescató una mujer, se la llevó de allí inmediatamente y al llevarla al veterinario descubrireron que tenía 11 meses de embarazo. Se pusieron en contacto con Anna Mosko, una rescatista independiente que trabaja en una clínica veterinaria, ella acudió y se llevó a la camada de perritos a su casa, bajo la supervición de World of Animals Veterinary Clinic, en Pennsylvania.
Cuatro de ellos, incluyendo a Quinn y Gray, tuvieron problemas para aprender a caminar a causa de las deformidades óseas, y requerían cuidados especiales. Los músculos de Quinn estaban atrofiados y Gray sufría de torsión gástrica, una condición grave en los perros que amenaza sus vidas. A pesar de las enfermedades, los chicos eran unos cachorros increíbles, dulces y felices.
Fox y Brian son la pareja que siempre pensó en adoptar a Quinn, sin importar su imposibilidad de caminar, nunca le dieron la espalda. Así que este chico comenzó su vida con esa familia en julio de 2016. Mientras que Gray, que hasta ese momento tampoco podía caminar, fue criado por una masajista profesional. Él reaccionó muy bien a las terapias y así empezó a caminar. La buena noticia fue que después de eso Fox y Brian decidieron adoptar también a Gray 😀
Al momento en que Gray llegó a la casa, Quinn únicamente se levantaba con ayuda, y caminaba lo mínimo indispensable. Sin embargo, casi inmediatamente comenzó a alzarse solo, con la ayuda de Gray.
«Gray influenció a Quinn para que caminara más porque se motivaba a seguirlo a todas partes», comentó Fox.
En un año y medio los hermanos vivieron momentos buenos y malos, pero a pesar de todo se tenían el uno al otro y a sus increíbles dueños humanos para llevarlos de la mano en cada paso del camino.
Con fisioterapias y la ayuda de Gray, Quinn ha hecho grandes progresos. Sus sesiones de acupuntura e hidroterapia también le hacen muy bien, pero cuando se va, su hermano llora hasta que regresa a casa.
Ellos no pesan lo que debería pesar un gran danés por las condiciones en las que nacieron, como ese tienen muchos problemas, pero Fox y Brian les han hecho todo tipo de terapias para que sus vidas prosperen y sean felices. La rutina diaria de la familia gira en torno a ellos, ya que monitorean su alimentación y hacen otras actividades de apoyo para la salud de ambos.
Ellos, como cualquier otro perrito, también encuentran placer en pequeñas cosas. Por ejemplo, a Quinn le encanta acostarse en camas grandes y cómodas. A Gray le gusta acurrucarse en el sofá, ambos aman estar al aire libre y jugar, compartir con los niños, y su juego favorito es morderse las caras. Desde que son cachorros, lo hacen.
Asimismo, cada uno tiene su personalidad. Gray es extrovertido, le gusta todo el mundo y se emociona fácilmente; mientras que Quinn es introvertido, tarda en tomar confianza con personas nuevas, y es famoso por su mirada de lado.
Sin duda, se han hecho bien el uno al otro. La mejor decisión fue tenerlos a los dos. Fox y Brian son personas bondadosas y geniales por hacer todo lo que hacen por Quinn y Gray. Además, estos chicos aportan seguramente algo muy especial a sus vidas. Son una familia modelo para el resto del mundo.
Te invitamos a compartir sus historias con todos tus amigos y familiares. Puedes seguir la historia de estos adorables hermanos en su cuenta de Instagram.