Una mujer escuchó quejidos mientras pasaba justo donde estaba una furgoneta en las calles de Beirut, Líbano. Cuando espió a través de la ventana trasera del vehículo, vio una caja… Y dentro de la caja había un pastor belga que se veía muy miserable…
Primero, no sabía cómo ayudar exactamente al perro, pero cada vez que pasaba notaba que seguía allí. Según lo que ella pudo ver, la perrita estuvo atrapada en ese vehículo aproximadamente un mes… O quizá un poco más. Pobre pequeña, seguramente tenía mucha hambre, calor, y miedo.
«Lo que realmente no entendía es cómo pudo sobrevivir a semejantes condiciones. Según algunos testigos, la sacaban una vez al día. Afortunadamente aún no había llegado el verano», comentó Maggie Shaarawi, vice-presidenta de Animals Lebanon, un grupo de rescate de la localidad.
Eventualmente, la mujer que vio a la chica se enteró de la existencia de Animals Lebanon y los contactó. El equipo de rescate se puso en contacto con el Ministerio de Agricultura, la organización con derecho a confiscar al perro para sacarlo de ese encierro.
«El Ministerio de Agricultura fue extremadamente servicial, de inmediato fueron al rescate. Primero, hablaron con el dueño y le dieron una notificación verbal, pidiéndole que mejorase las condiciones del perro para que fuesen acordes según las leyes establecidas«, continuó contando Maggie.
El dueño prometió trasladar a su perro a una locación más adecuada, pero las autoridades más adelante fueron a verificar que haya cumplido con lo que prometió y lamentablemente la chica se encontraba aún allí. Esa vez, abrieron el vehículo y se la llevaron. Qué alivio..
«La chica estaba simplemente sobre-exaltada de la emoción de haber salido de esa caja y de esa furgoneta. No paraba de moverse y corría histéricamente hacia adelante y hacia atrás», contó Maggie.
Actualmente ella se encuentra bajo custodia del Ministerio de Agricultura, y además Animals Lebanon está ayudando con sus cuidados prácticos. Por supuesto, la chica tiene algunos problemas de comportamiento a causa del trauma de haber estado encerrada durante tanto tiempo. «Lo destruye todo», dijo Maggie.
El equipo de trabajo está esforzándose lo más que puede por corregir esos problemas para ayudarla a adaptarse a su nueva vida. Lo mejor es que ahora se encuentra disfrutando de la libertad, algo que quizá ya había olvidado, o que jamás experimentó en su vida.
«Está llena de vida y de energía, solo quiere jugar. Aún si hay comida cerca, lo que hace es ponerse a correr. Se nota que estaba privada de espacio. Esta vez, podrá experimentar la realidad total», terminó por comentar Maggie.
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