Cuando sales a pasear en el campo, nunca sabes lo que te puedes encontrar, por eso es conveniente tener la cámara lista para cualquier acontecimiento.
Una pareja se encontraba un día haciendo una caminata en busca de aves, ellos iban muy atentos a los sonidos que encontraban; cuando de repente se llevaron una tremenda sorpresa.
Pudieron percibir un sonido bastante peculiar y entusiasmados pensaron que encontrarían un ave exótica o muy extraña.
Ellos afinaron su sentido de la vista y guiándose por el sonido que provenía de entre las ramas pudieron dar con la peculiar criatura.
Creían que era un ave, pero lo que encontraron en cambio les dejó sin aliento.
No se trataba de ningún tipo de ave, la criatura que emitía los extraños sonidos era un pequeño mamífero; que se encontraba en la más precaria situación.
Colgando desde la altura del árbol y a punto de morir ahorcado por la misma rama que había salvado su vida y detenido su caída.
La pobre criatura pelada y diminuta no paraba de chirriar clamando ayuda y expresando su dolor y desesperación.
Afortunadamente, la pareja no fue capaz de permanecer inmóvil ante el sufrimiento del animalito y pudieron rescatarlo.
Este pequeño pudo recibir una segunda oportunidad en la vida porque el final que iba a enfrentar ese día era extremadamente doloroso.
El Parque Nacional Kruger en Sudáfrica tiene un área de Picnic llamada Timbavati, donde se encontraba la pareja que creyó haber escuchado una extraña ave.
Pero lo que ellos nunca imaginaron es que encontrarían a un pequeño animal colgando de una espina.
Se trataba de una cría de ardilla.
Elize y Anton Olivier sabían que tenían que actuar rápido para rescatar a este bebé.
“Tenemos que bajarlo”
Dijo Elize mientras su esposo capturaba todo el rescate en vídeo.
Ellos acercaron un par de mesas y sillas para hacer una especie de escalera pero el montaje era muy inestable.
“Tengo que decirlo, esto no se ve nada seguro”, replicó Anton al ver la situación en la que se estaban metiendo.
Entonces tuvieron una idea genial, Anton condujo su camioneta hasta el árbol y entonces ellos se treparon en el techo.
“Estoy todo herido y lleno de espinas, no me imagino como se encontrará esta pobre criatura.”
Después de que la bebé ardilla fuera rescatada, Elize se dedicó a cuidarla.
Creen que la pequeña no tenía más de 2 semanas de edad.
La envolvieron en una manta y la llamaron Espinas, por haberla encontrado colgando de una espina.
Después de crecer y sanar, Espinas fue liberada y llevada a su hábitat natural.
Elize comenta en su red social que aún tres años después del suceso, Espinas todavía regresa a visitarlos de vez en cuando.
“Espinas tiene ahora 3 años de edad, está saludable, feliz y se pasea por los jardines cercanos regresando cada cierto tiempo a saludarnos».
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