El abuso hacia los animales es algo que vemos cada día. En países asiáticos, los animales son promocionados como atracciones turísticas en mercados; sin embargo, en Indonesia el abuso es un más notorio, ya que no existen leyes de protección para los animales. Uno de los casos de crueldad animal más comunes en este país son los cometidos a los monos de cola larga.
En Yakarta, Indonesia, es común el uso de los monos de cola larga para pedir dinero. Los visten como humanos, les colocan mascaras de niños y llegan a utilizar accesorios, solo con el objetivo de recolectar dinero para sus propietarios.
Todo empezó en 1980, cuando los monos enmascarados entretenían a los niños de bajos recursos que vivían en los barrios, algo muy típico de Boyolali, Indonesia. Pero esto ha cambiado, lo que empezó como un simple entretenimiento, es ahora una fuente de ingreso.
Lo primero que hacen para entrar en este cruel negocio, es conseguir un mono, en específico un mono de cola larga. Les enseñan uno que otro truco para que esté preparado a la hora del “show”. Los visten con ropa de humano, tanto así, que parecen niños pequeños. Y antes de llevarlos a las calles para su debida tarea, les colocan una cabeza de muñeca, un accesorio que no puede faltar en la vestimenta.
Ya en el semáforo indicado, empiezan la pedir dinero, terrorífica escena que aunque no lo creamos, funciona muy bien a la hora de recolectar dinero proveniente de los turistas o conductores. El comportamiento humano es uno de los principales trucos enseñado por los dueños a los monos. Los trucos varían desde una posición de oración hasta fumar un cigarrillo, algo nocivo para la salud de estos animales.
Este brutal negocio tiene condiciones muy crueles para los monos, ya que sus dueños tienden a encadenarlos desde el cuello o alguna otra extremidad, creando sumisión en ellos. Les proporcionan latigazos a la hora de ser entrenados y su alimentación no es exactamente la adecuada.
Pero, el principal abuso es cometido al ser arrebatado de los brazos de sus madres a poco tiempo de haber nacido.
En 2011, las autoridades de Indonesia, sancionaron la compra de estos animales, siendo 40 especies de monos rescatadas. En 2013, organizaciones benéficas y animalistas, en medio de las investigaciones, descubrieron que los monos de cola larga eran portadores de enfermedades como la tuberculosis y la hepatitis. Exigieron al gobierno de Yakarta las medidas adecuadas, logrando la prohibición absoluta de la compra de estos animales, pero aún así este negocio continuó.
En un vídeo publicado en Facebook, se compartieron imágenes de un mono de cola larga con la cabeza de una muñeca durante su trabajo, con una cadena alrededor de su cuello sujeta por su dueño. El metraje fue censurado, debido a la crueldad de las imágenes.
Quien ha servido como portavoz contra el abuso de estos animales, es Ed Wray, un fotógrafo que ha viajado por varios países del mundo, quién manifiesta nunca haber visto crueldad de tal magnitud.
«Cuando vi por primera vez un mono con la cabeza de una muñeca de goma sobre su cabeza, de inmediato me pareció horrible y extraño”, expresó Ed.
Wray logró capturar mediante su lente, fotografías de estos monos en medio del terrible ambiente al que son sometidos, expresando ser un ambiente desolador, enseñando que solo nosotros mismos superamos nuestra propia crueldad.
Puedes ver uno de tantos actos de crueldad como estos, a continuación:
A pesar de todas las sanciones, este abuso sigue ocurriendo. Monos utilizados por personas desesperadas por obtener algo de dinero, sin medir el nivel de maldad al que están siendo sometidos. Este no es el único caso de maltrato animal, del que el humano se vale de un animal indefenso para lucrarse o entretener. Lo mismo sucedió en el caso de los animales que se paran en 2 patas; mientras muchos creían que era una habilidad desarrollada, detrás había una gran historial de crueldad.
Esperemos la humanidad empiece a reflexionar sobre estos actos abusivos. Nuestros animales merecen los mejores cuidados y vivir en un ambiente apto para ellos. ¡Vamos a crear consciencia! ¡Empieza compartiendo esta historia en tus redes sociales!