Es increíble cómo algunos animales no dejan de sorprendernos con sus comportamientos, especialmente cuando su sentido de protección se expresa de manera instintiva con una espléndida manifestación de amor.
El fotógrafo Gordon Donovan de Nueva York, capturó imágenes maravillosas, que dejó al descubierto el lado tierno de una leona mientras interactuaba con un pequeño antílope en el Parque Nacional Etosha en Namibia.
Lejos de considerarlo su presa, lo abrazó entre sus patas para limpiarlo, cuidarlo y protegerlo del resto de la manada.
Realmente este fotógrafo logró hacer extraordinarias imágenes que, sin lugar a duda, son regalos de la naturaleza para el mundo.
Cualquier humano podría pensar que esta leona acabaría con la vida de esta indefensa y vulnerable gacela que se encontraba perdida.
El fotógrafo Gordon narró que fue una escena inesperada, pero impresionante de contemplar. Confesó que sentía emoción al ver a los leones y cuando esta felina capturó a la gacela estaba esperando la muerte del pequeño animal.
Sin embrago, ante el asombro de los presentes, no dudó en retratar la maravillosa experiencia que la naturaleza le había permitido vivir.
Esta leona recibió a la frágil y pequeña gacela con la mejor demostración de amor y ternura. La cuidó como si se tratara de su propia descendencia.
Gordon comentó que, a pesar de que los antílopes son por naturaleza las presas de los felinos, esta leona adoptó a la gacela tras experimentar el dolor de la pérdida de sus propios cachorros después que fueron asesinados por un león macho rival.
Esta leona protegió al ternero incluso de otras leonas que estaban embarazadas y que se habían aproximado a ellos buscando alimento. Son misteriosas reacciones de la naturaleza donde puede resultar lo impredecible.
«Ella protegió a su cachorro gacela y lo salvó de los otros leones. Estos son las maravillas que busco cuando voy a África».
Historias como estas resultan fascinantes y conmovedoras, tal como las imágenes publicadas por el fotógrafo australiano Joop Van der Linde durante su viaje a las tierras de Tanzania.
Joop realizó fotografías protagonizadas por un cachorro leopardo que tras ser abandonado por su manada, fue adoptado por una leona que lo amamantó.
Gordon narró que la escena entre la leona y la gacela se extendió por más de dos horas. La felina no escatimó en limpiar, cuidar, proteger y jugar con la cría antílope que llenó el vacío que dejó la muerte de sus cachorros.
El fotógrafo Gordon afirmó que ésta visita al Parque Nacional de Etosha en Namibia ha sido una de las mejores experiencias de su vida.
Son realmente imágenes desbordadas en ternura ante la sorprendente reacción de esta felina que desafió toda expectativa. No dejes de compartir esta historia que acaba con más de un paradigma.