Durante los últimos cuatro años de su vida, esta dulce chica llamada Belinha fue inseparable con su dueña y sobre todo, mejor amiga, Telma Maria. Ambas vivían en Brasil y eran felices disfrutando de la mutua compañía. Desafortunadamente, su tiempo juntas no duró lo que esperaban, ya que Maria fue víctima del cáncer y no pudo ganar la batalla…
A pesar de que la lucha fue ardua y dolorosa, en esos días Belinha jamás se separó de Maria, quien se sentía reconfortada con la presencia de su mejor amiga.
«Mi mamá decía que era su enfermera, comprobó que es la compañera más fiel de este mundo», dijo Dionísio Neto, el hijo de Maria.
En vista de que Belinha era una parte tan importante en la vida de Maria, tenía sentido que estuviese allí en todas las actividades de despedida. Junto al resto de los miembros de la familia, ella se sentó a despedirse, como si pudiese entender el significado que tenía ese solemne acto de reunión entre seres queridos.
Lo que pasó después es lo más impresionante…
Cuando se presentó el ataúd de Maria, Belinha los sorprendió a todos quedándose allí a su lado durante el resto del servicio, llevando el duelo como un ser humano. Era exactamente lo que hacía cuando su mejor amiga estaba viva, estar a su lado. Por esa razón, Neto decidió tomar fotos en ese tierno momento.
«Los animales son puro amor», dijo.
Después de la ceremonia, Belinha continuaba su duelo, lloraba por la ausencia de Maria. Así que para darle sosiego a su tristeza, Neto y otros miembros de la familia decidieron llevar a la chica al lugar en el que ahora reside su mejor amiga.
Fueron a visitarla en el cementerio.
Apenas le quitaron la correa en el cementerio, corrió directamente hacia la tumba de Maria, lo más impresionante es que nunca había estado allí. Una vez más, Neto quedó conmovido con el vínculo que existe entre su madre y esa chica, que permanece intacto a pesar de que ella ya no esté físicamente. Eso ha quedado comprobado.
«Inclusive después de su muerte, mi mamá está enseñando que el amor no es solo para los humanos. Ella y Belinha muestran al mundo que el amor de los animales es inclusive más grande de lo que muchos podrían llegar a imaginar«, dijo Neto.
Con el pasar del tiempo, Belinha podrá empezar a sanar, con la certeza de que Maria nunca estará tan lejos de ella porque permanece en su corazón. La chica sigue teniendo una familia, un hogar en el que podrá vivir por siempre junto a Neto, quien está muy agradecido y la adora por haberlos ayudado a afrontar todo el proceso de pérdida.
Te invitamos a compartir esta historia con tus amigos y familiares, el amor que los animales tienen para ofrecernos es incomparable.