En nuestro mundo hay miles de historias poco comunes que nos pueden sacar una sonrisa o llenarnos de ternura, especialmente si se trata de bebés o de pequeños animalitos. Así precisamente es la historia de Nébula.
Ella era una pequeña gatita cuando fue encontrada totalmente sola por personas de buen corazón, quienes le prestaron su ayuda cambiando así el rumbo de su vida. La pequeña criatura minina fue llevada al Servicio de animales de Dallas y fue puesta al cuidado de Gabi Vannini quien solventó todas las necesidades de la pequeña bebé peluda.
La pequeña tuvo un duro comienzo, cuando la encontraron estaba llena de pulgas y tuvieron que darle un baño para dejarla libre de estas alimañas. Sin embargo, Nébula mostró ser muy enérgica desde un primer momento y el momento del baño no fue nada sencillo.
«No creo haber visto tantas pulgas en un gatito en toda mi vida. Así que la bañé para tratar de quitarle las pulgas … y en todo momento, ella solo hacía una rabieta”.
Debido a su peculiar brío y comportamiento, los cuidadores del refugio pensaron que se adaptaría muy bien con una perrita que hace de madre nodriza y con sus cachorros. Esa canina era Pirata.
«Nébula era muy agresiva y ruidosa, y pensé que ella lograría encajar con los cachorros de Pirata”, compartió Gabi.
Y exactamente como todos esperaban, Pirata no tuvo ningún inconveniente a la hora de aceptar a la inquieta gatita dentro de su camada.
«Ella estaba feliz de aceptar un nuevo bebé, y los cachorros parecían pensar que su nueva compañera de camada era perfectamente normal”.
Pese a ser más pequeña que sus hermanos caninos, Nébula demostró una gran determinación a la hora de alimentarse, quitando así toda preocupación al respecto de la mente de sus cuidadores, quienes también agregaron suplementos vitamínicos a su dieta para un mejor desarrollo. La pequeña minina se adaptó bastante bien a su nueva e inusual familia canina.
«Parecía muy feliz de tener algunos compañeros de camada para acurrucarse y Pirata estaba feliz de cuidar a su extraño perrito ruidoso”, dijo Gabi.
Nébula creció muy bien, cada vez más fuerte y adorable bajo los cuidados atentos del refugio y su perruna madre. ¡Estaba tan mimada que no se daba cuenta de que estaba creciendo!
«Tiene alrededor de cuatro meses y aún cree que puede amamantar”, cuenta Gabi.
La bebé minina estaba muy acostumbrada a sus hermanos y a su madre canina al punto de no sentirse a gusto con otros compañeros felinos, por lo que Gabi optó por buscarle un hogar con perros, donde evidentemente se ajustaría bien. Por fortuna, no tuvieron que esperar demasiado.
«Será adoptada por una amiga que tiene perros, cuyo gato anciano falleció hace poco”.
La historia de esta gatita, quien al inicio estuvo sola y desamparada, tuvo un hermoso final, encontrando un hogar donde será amada sin importar las diferencias.
Muchos bebés peludos no tienen esta suerte, así que recuerda que, si escuchas el llanto de un gatito o súplicas de un perrito, llévalos al centro de cuidado animal más cercano, tú puedes darle un giro a su vida con solo ese pequeño y desinteresado gesto.
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