Cuando rescataron a esta chica llamada Millie en octubre de 2017, su pelo estaba tan largo, sucio y enredado, que tenía la piel sumamente maltratada.
La pobre sentía dolor, estaba sufriendo, hasta que un trabajador del Bahamas Humane Society cortó el primer pedacito de su pelo, en ese instante ella lamía sus manos manifestando alivio…
Después de quitarle todo el peso de encima, que no le permitía ni siquiera caminar porque cada vez que daba un paso se templaba sin querer su frágil piel, una de las voluntarias de ese refugio la vio y supo que tenía que llevársela y cuidarla.
Ella es Patricia Vásquez, y tiene un santuario llamado Finca Nati Animal Sanctuary, en donde mantiene a animales rescatados de todo tipo; desde pequeños conejos hasta pollos, cabras, ovejas e inclusive ponis.
«Estaba bajo un sentimiento de dolor extremo, pero se notaba muy agradecida. Desde la primera vez que la vi, noté que se trataba de un perro especial y amoroso», dijo Patricia.
Una vez que le quitaron todo, estaba claro que llevaba mucho tiempo sin comer. Además, tenía heridas abiertas en sus patas delanteras, posiblemente debido a los nudos que tiraban su pelaje.
Después de unas semanas estando en casa con Patricia, Millie mejoró mucho. Poco a poco ganaba peso y fuerza, además de adaptarse muy bien al resto de la familia. «Me sigue a donde quiera que vaya», contó Patricia.
La mayor parte del tiempo están en la Finca Nati, donde hay una amplia gama de animales que han acogido muy bien a esta chica.
Millie quizá sea muy pequeña, pero eso no ta detuvo al momento de hacerse amiga de los residentes más grandes del santuario. «Todos los animales adoran a Millie. A ella le encanta pasar tiempo aquí».
La chica es muy afortunada de haber encontrado a una persona como Patricia, entregada a cuidar animales y rodeada de tantos chicos nobles y adorables. Ellos también son muy afortunados de que haya llegado Millie a sus vidas 😀
A pesar de que el santuario está en las Bahamas, a Millie no le gusta tanto pasar tiempo en la playa. En cambio, prefiere ir rodando en un carrito de golf junto a su hermana mayor Maggie. Después de tantos años atrapada en su propio pelaje, Millie es libre y puede salir a pasear cuando lo desee.
«El carrito de golf es una de sus cosas favoritas, se divierte tanto… Le muestro a la gente fotos de ella antes de llegar y nadie puede creerlo»
¿Te gustaría colaborar con el Bahamas Humane Society para que sigan salvando a los animales en necesidad? Aquí puedes hacerlo.
¡Los perritos que han sufrido merecen una segunda oportunidad en este mundo! Te invitamos a compartir la historia de Millie con todos tus amigos.