Todos los casos de abandono, negligencia y maltrato animal llegan a nuestros corazones, pero cuando se trata de cachorros la situación se vuelve más dolorosa aún. Nunca esperamos que un indefenso cachorrito sea lastimado o dejado a su suerte, los perros especialmente dependen de los humanos, así que esperar que un cachorrito enfermo sobreviva solo es casi imposible.
Dejar a un pequeño en malas condiciones en las calles es sinónimo de darle una sentencia de muerte.
Lilou fue encontrada vagando por las calles del sur de California completamente calva y su piel estaba muy enrojecida e irritada. Afortunadamente, ella fue llevada a Love Leo Rescue, donde comenzaron a tratarla como un caso de emergencia.
Además de sus problemas en la piel, Lilou también estaba sufriendo una enfermedad respiratoria.
Después de algunas semanas ella había mejorado significativamente y a través de un enlace con Northwest Dog Project, ella logró conseguir un hogar de crianza, donde continuaron su tratamiento para la piel, que consistía en baños medicados y frotamientos con aceite de coco.
Finalmente, su piel estaba en buen estado, sus heridas habían cicatrizado y el poco pelo maltratado que tenía se cayó completamente.
A partir de ese momento, un nuevo pelaje comenzó a crecer y con él una nueva Lilou que estaba lista para una familia definitiva. Después de unos meses su pelaje había crecido completamente y no quedaba rastro de la antigua Lilou, ahora podía ir a un hogar donde cuidaran de ella para siempre.
La persona que la llevaría a casa había seguido su historia desde hace dos meses.
Cora Frazer, de Oregón, estuvo pendiente del caso de Lilou y trataba de convencer a su esposo Carl Ernst sobre adoptarla, pero ellos son muy activos y gustan de hacer largas caminatas. Lo que era un impedimento, ya que las caminatas no son precisamente la actividad favorita de los bulldog. Pero finalmente decidieron ir a conocerla.
Cuando la conocieron se sorprendieron al darse cuenta que ella amaba ir de paseo y en ese mismo momento se postularon para su adopción.
Cora y Carl ya tenían dos perros Yogi y Birdie, con quienes se adaptó muy bien, pero no le daban la cantidad de abrazos y cariño que Lilou exigía. A ella le encanta acurrucarse y que la abracen, la verdad es que sus hermanos no eran muy buenos para eso, pero aún así se llevaban muy bien.
Pero después de un año la pareja conoció a una hermosa perrita llamada Hope, que resultó ser la pieza que faltaba en el hogar.
A Hope no le importaba que Lilou se acurrucara todo el tiempo junto a ella, de hecho hicieron una gran conexión por lo que la adoptaron y encontraron el equilibrio perfecto en su hogar. Al principio, Lilou era un poco tímida para hacer senderismo, pero después de varias caminatas ella aprendió a desenvolverse y le gustaba ir de primera.
“Nos sentimos muy afortunados de tenerla con nosotros”, asegura la pareja.
Se desconoce el pasado de Lilou, pero lo más probable es que venga de una granja de crianza donde hacen que las perritas tengan muchas crías para venderlas; los bulldog son muy caros, pero Lilou luce un poco diferente, sus patas son más cortas y sus orejas están más caídas que las de un bulldog puro. Estas características y su enfermedad en la piel hacia que sus posibilidades de ser vendida fueran nulas y por eso la deben haber abandonado. Afortunadamente, las personas correctas se cruzaron en su camino y ahora lleva la vida que todo perro desearía tener.
No olvides compartir la increíble transformación que hace la historia de Lilou maravillosa.