Un pequeño cachorrillo indefenso estaba viviendo en unas oficinas de Control Animal, lugar al que llegó porque su dueño lo maltrataba. En su mirada se notaba el sufrimiento por el que había pasado. Además de esa tristeza, estaba increíblemente delgado y le aterraba la cercanía con cualquier ser humano.
Pobre chico, solo, maltratado, necesitado de afecto y cariño…
Una mujer de la organización A Place To Bark grabó el momento en el que fue a rescatarlo, esa era la primera vez que interactuaban y las imágenes son muy conmovedoras.
Mientras ella se acercaba, él se iba alejando hasta quedar contra la esquina. Era evidente que tenía que aprender a querer y dejarse querer, pero ella, muy inteligentemente y con su experiencia, supo cómo hacer las cosas.
Extendió su mano e hizo señales al chico para que se moviera hacia ella. Él dudaba, pero con un poco de tiempo se dio cuenta de que esa mujer solo quería ayudarlo, así que se movió hacia adelante.
El miedo en sus ojos y su forma de mover el cuerpo reflejaban mucho dolor.
Afortunadamente, esa persona bondadosa lo sacó de allí y lo llevó a un lugar agradable con otros perritos. Lo bautizaron con el nombre de Eugene. Allí aprendió a confiar de nuevo en los seres humanos, a relacionarse con otros seres vivos y a divirse mucho. Así debería ser la vida de todos los perros en este mundo: llena de cariño y diversión. ¡Eso es lo que se merecen!
Al publicarse este video, el perrito se ganó el corazón de cientos de personas y en consecuencia se aceleró su proceso de adopción. Ahora él está en un hogar con una familia que lo quiere mucho. Esos días de maltratos y miedo han quedado en el pasado para Eugene. Le han dado una segunda oportunidad
¡Mira qué feliz se ve! No parece el mismo.
«El pequeño de la foto, con la pelota en la boca que corre feliz y juega, es Eugene. Lo rescaté de las instalaciones de Control Animal hace un año. El video de su rescate se hizo viral y por esa razón recibió muchas ofertas de adopción… Estoy feliz de decir que encontró un hogar y ahora está rodeado de amor», es lo que dice la publicación de Facebook de A Place To Bark, que acompaña esta foto.
Organizaciones como A Place To Bark se mantienen siempre atentas a las oficinas de Control Animal de sus localidades para sacar de allí a los perritos que son abandonados o encontrados en la calle. En esos lugares nadie garantiza su supervivencia ni su bienestar. Para que puedan continuar con su maravillosa labor, necesitan donaciones. ¿Te gustaría ayudar? Aquí puedes hacerlo.
Te invitamos a compartir la conmovedora historia de Eugene con todos tus amigos ¡Muchos animales necesitan ayuda!