Un grupo de amigos estaba navegando en las aguas del Golfo de Nápoles cuando divisaron a lo lejos que algo se movía en el agua y querían descubrir qué era. A más de 30 kilómetros de la orilla detuvieron su embarcación para poder acercarse ¡era un pequeño cachorro!… Increíble, no se sabe cómo llegó a estar solo en medio del mar. Estaba exhausto y en peligro.
Ellos intentaron sacarlo del agua, pero el cachorro pasó muy lejos del borde, volvieron a intentarlo llamándolo y lo animaban a que hiciera un último esfuerzo para acercarse hasta el bote. Finalmente el perro estuvo cerca y ellos pudieron subirlo. Era un labrador y tenía síntomas de hipotermia porque la temperatura del agua era muy baja. Estaban consternados, no podían creer que el perro había llegado hasta ese lugar.
Lo secaron con toallas, lo abrigaron hasta que recuperó su temperatura corporal regulada y lo llevaron a la orilla. Luego se enteraron de que el perro pertenecía a Mario Di Meglio, quien llevaba al perro a su nuevo hogar junto a su familia y para llegar a casa debían cruzar en el ferry, pero el perro se soltó de la correa y cayó al agua.
Mario avisó de inmediato a la tripulación del ferry pero ellos se negaron a detenerse. Dijeron que era muy probable que el perro ya estuviera ahogado. Había transcurrido media hora y el perro seguía luchando por su vida, nadando en el mar y tuvo mucha suerte de que estas personas lo encontraran. Son miembros del Reale Yacht Canottieri y habían salido a navegar en un día soleado.
¡Es impresionante! Es un milagro que este perro haya tenido una segunda oportunidad de vida.