Con las olas de frío que ha traído el invierno, hemos visto muchos casos de animales domésticos que se han metido es serios problemas con el hielo y han tenido que ser rescatados de ríos, lagos y estanques congelados.
En su mayoría, los accidentes corresponden con algún perro travieso, pero no solo los animales domésticos terminan atrapados en este tipo de situaciones; los animales salvajes, en especial si son bebés, también pueden verse en aprietos.
Tal como le pasó a un pequeño ciervo bebé en la ciudad de Austin, Arkansas, que se vio atrapado en un estanque congelado.
Una mujer llamada Donna Fletcher, vive en una zona donde tiene fauna silvestre muy cerca y se encontraba alimentando a sus animales, cuando escuchó un ruido que le llamó la atención. Se trataba de un ciervo bebé que se estaba revolcando en el hilo de un estanque de aproximadamente 4.000 metros cuadrados.
Sus nietos Garrett y Parker se encontraban ayudándola y decidieron ayudar al desafortunado ciervito.
El ciervo no lograba mantenerse de pie, se deslizada, se revolcaba o se quedada estático sobre la placa de hielo. Garrett, en ese momento comenzó a caminar hacia él con botas de hule y un hacha para romper el hielo en caso de que fuera necesario, ya que se trataba de un estanque de muy poca profundidad.
Al comenzar a caminar, Garrett golpea el hielo para verificar el grosor y aparentemente es muy fuerte.
Se acerca al ciervo cada vez más y este se pone algo nervioso pero permite que el adolescente de 19 años le ofrezca su ayuda. El chico se agacha para cargar al animal, pero en ese momento se rompe la placa de hielo y cae, el ciervo aún sobre el hielo se queda inmóvil, pero el chico lo arrastra hacia él.
Intenta salir del agua varias veces, pero el hielo se sigue rompiendo a su paso.
Después de algunas maniobras un poco aparatosas, ambos se caen y el hacha casi se pierde en el agua. Mientras, su abuela le va dando indicaciones, el chico nuevamente logra dominar la situación y poco a poco va deslizando al ciervito hacia la orilla.
En cuanto puede, lo levanta en sus brazos y luego lo pone en tierra firme.
El ciervito en primer momento luce confundido, pero pronto va entendiendo la situación y que ahora se encuentra a salvo. Se queda mirando fijamente a su salvador, quien se acerca para hacerle un poco de cariño, el ciervito intenta interactuar y no parecía decidido a irse, posiblemente le parecía una mejor idea quedarse junto a estas buenas personas.
Esperamos que finalmente haya regresado a su hábitat natural y se haya reencontrado con su familia.
Comparte la noble actuación de este chico que se enfrentó al frío para que este ciervito pudiera salir del apuro en el que se encontraba.