No sabemos los problemas por los que pueda estar pasando alguien para tener que separarse de su perro, abandonarlo o entregárselo a alguien, no podemos juzgar sin conocer la historia completa. Sin embargo, cada vez que vemos a un perro abandonado no podemos dejar de sentirnos tristes por el animal, ellos no entienden de motivos económicos, ni de tiempo, ni de espacio, ellos solo saben que amaban a alguien que los dejó y nunca más volvió. Muchos de ellos nunca dejan de esperar a que su humano favorito vuelva y es realmente desgarrador ver sus caras de tristeza.
La cara de un bulldog americano, abandonado en Baltimore nunca saldrá de nuestra mente y nuestros corazones.
Él se encontraba atado a un árbol de Patterson Park, cuando Stephanie Dagenhart pasaba y lo descubrió. Ella al principio no podía creer lo que estaba viendo y miró en todas las direcciones con la esperanza de que el dueño de este hermoso perrito estuviera cerca, pero la realidad es que nadie volvió por él. Stephanie lo confirmó cuando vio una nota colgada en su cuello.
“Su nombre es Duke, tiene su juguete favorito, su caja y su comida, necesita un nuevo hogar y alguien que lo ame”, eran las palabras de la nota.
Stephanie no podía seguir su camino después de ver a Duke que se encontraba parado, firme, pero a su vez temblando de frío y miedo, su mirada era dura, como la de quien no acepta una derrota. Así que ella decidió ayudarlo, pero cuando quiso acercarse recibió un gruñido nervioso como respuesta, llamó a la policía y a control animal y se quedó cerca de él hablándole y dándole ánimos. Otros vecinos al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo se acercaron con frazadas, comida y golosinas para que supiera que no estaba solo.
Una hora después llegaron los oficiales, quienes decidieron llevarlo a Baltimore Animal Rescue and Care Shelter (BARCS), tal como lo había pensado Stephanie. Ellos son un refugio de recepción libre, a donde las personas pueden llevar a las mascotas que deben dejar por alguna razón y se encargan de conseguirle un nuevo hogar.
En ese momento la chica decidió que podía volver a casa y que ya había cumplido su tarea, había hecho el llamado que llevó a Duke hacia manos seguras.
Cuando llegó al refugio, Duke se sentía confundido por la situación, pero pronto supo que estaba bien y su personalidad amorosa comenzó a aflorar, es el tipo de perros que se emociona y cree que cada persona que se encuentra cerca está exclusivamente por y para él. Las solicitudes de adopción no dejaban de llegar, sin embargo, tenían que esperar 72 horas reglamentarias para enviarlo a un nuevo hogar. Al tratarse de abandono, siempre deben esperar un lapso de tiempo por si su dueño vuelve; cuando las personas los entregan en los refugios, firman un acuerdo y el perro puede ser adoptado el mismo día.
Pero afortunadamente a Duke no le faltarían opciones, es lo que esperamos que le suceda a cada perro que entra al refugio.
Después del tiempo reglamentario, Duke finalmente pudo ir a un nuevo hogar, fue adoptado oficialmente por el oficial del ejército estadounidense Wallace White. Stephanie, por su parte, espera volver a cruzarse con él en algún parque, pero esta vez felizmente acompañado. BARCS aprovecha para recordarles a las personas una vez más que el abandono es ilegal y que pueden entregar a sus mascotas en refugios de manera segura, nadie los juzgará, al contrario harán las cosas más sencillas para su mascota.
No olvides compartir la historia de Duke, quien fue abandonado en el frío y en medio de la confusión, pero gracias a buenas personas pudo tener un final feliz.