Cuando de trabajos extremos se trata, el trabajo en el mar puede ser uno de los más difíciles y aterradores. Primero, porque el agua no es nuestro medio natural, aunque aprendamos a nadar o a navegar seguimos siendo seres terrestres; y segundo, porque el mar puede esconder a toda clase de criaturas de diferentes tamaños que pueden resultar letales. Pero hay personas que no le temen a esos factores y dedican su vida al mar.
Elliot Grant Sudal es uno de ellos, con 29 años se dedica a cazar y pescar tiburones, pero no de la manera que crees.
Elliot trabaja para un programa federal de investigaciones de Apex de NOAA, su trabajo es pescarlos para ponerles una etiqueta y luego liberarlos. Esto permite hacer un rastreo de las rutas de migración, reproducción y patrones de crecimiento de estos temidos animales marinos.
Él ha etiquetado a más de 1.000 tiburones en los últimos 5 años, en las costas de Florida.
Recientemente, Elliot se encontraba junto a su novia y sus amigos Rob y Shaelyn en la Isla Sanibel, Florida, cuando atraparon a un tiburón tigre de más de 2 metros. La técnica de pesca de tiburones para fines de marcado es especial, se debe hacer de noche y con un kayak dejar el anzuelo en el mar para que cuando el animal muerda el anzuelo el pescador lo arrastre a la orilla del mar. De esta manera, lo pueden dominar más fácil, medirlo, marcarlo y nuevamente liberarlo.
Ellos usan anzuelos especiales que causan daños menores, pero cuando estaban retirándolo notaron algo más.
Este tiburón no solo tenía su anzuelo entre sus fauces, tenía también otro viejo y oxidado. Elliot no lo regresaría al mar así, por lo que después de retirar su propio anzuelo comenzó a retirar el otro que ya había causado una gran herida. Estaba muy incrustado, por lo que sus manos no eran suficientes para lograr su objetivo.
Tuvo que buscar un alicate con el que finalmente pudo retirar el gancho y aliviar un poco el dolor del animal.
A pesar de que el animal se encontraba inquieto por todo lo que estaba ocurriendo, permitió que le hicieran todo el procedimiento. Luego de eso, ellos lo liberaron nuevamente a su hogar, Elliot no solo había hecho su trabajo, sino que había ayudado a este tiburón que estaba sufriendo desde hace mucho tiempo.
Él dice que de hecho es más normal de lo que pensamos, una vez sacó cuatro anzuelos de un mismo tiburón.
Debemos recordar que Elliot es profesional y nadie debe tratar de imitar lo que él hace día a día; aunque se trate de su trabajo y esté capacitado, su vida se ve en riesgo en cada una de sus misiones. Afortunadamente, gracias a personas como él se pueden llevar registros y cifras reales de tiburones para sus estudios, aunque parezca una labor agresiva Elliot está ahí para ayudar y cada anzuelo extra que Elliot retira nos indica que hay personas que se dedican a la pesca comercial que no deberían estar en el mar.
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