Meghan Specksgoor es una mujer que adoptó a un perro de cuatro años. Lo conoció en el refugio Richmond Animal League (RAL), ubicado en Richmond, Virginia (Estados Unidos), después de que acudiera junto a un amigo que quería adoptar un cachorro.
Cuando vio a “Chap” por primera vez, a quien le habían reconstruido la mandíbula después de que alguien le disparara, no pudo contenerse y terminó adoptándolo.
Además, le cambió el nombre por Chance, ya que definitivamente había tenido una segunda oportunidad de vivir.
El perro que era como su hijo, se convirtió en su razón de ser y lo trataba como tal
Sin embargo, tiempo después de tener a Chance en casa, le tocó hacer un viaje a Nueva York, así que tendría que buscar a alguien que se encargara de cuidar a Chance esos días.
Pero no tendría que buscar muy lejos. Resulta que su padre la ha estado molestando desde hace un tiempo para que le de un nieto. Así que ella, ni corta ni perezosa, decidió que sería el mejor momento para probar su calidad de abuelo.
Meghan quiso demostrar a su padre que ya tenía un nieto, y sin lugar a dudas ese era Chance
Su padre accedió felizmente a recibir a Chance en su casa y ser su cuidador oficial.
Meghan estaba tranquila porque estaba segura de que había dejado a su perro en buenas manos, pero no habían pasado muchas horas cuando empezó a recibir mensajes inesperados de Chance desde el teléfono del abuelo.
«El abuelo quiere saber qué clase de comida rápida puedo comer. Nos estamos muriendo de hambre», se podía leer en uno de los mensajes desesperados que provenían supuestamente de parte del perrito.
«Mamá, siento en seguir molestándote, pero en serio, tenemos que quedar más con el abuelo», era otro de los divertidos mensajes que hicieron reír a Meghan.
Básicamente, le decía que el abuelo era mucho más divertido y que le permitía comer cualquier cosa.
Le llegaron decenas de mensajes en los que le decía que habían ido de paseo en el auto, que habían tomado un helado juntos, que había ido al parque, que le iba a permitir escoger la cena…
Incluso recibió la mejor indirecta de que «deberían pasar más tiempo con el abuelo». Todos los mensajes parecían haber sido escritos por Chance.
«Hola mamá, soy yo otra vez. Hemos hecho un picnic y ahora nos vamos a hacer la manicura. El abuelo dice que si soy bueno puedo tomar el helado cuando acabe. ¿Cuál es el helado que me gusta?», decía otro de los cómicos mensajes.
En realidad, como todos sabemos era el abuelo recordándole que realmente quiere y necesita un nieto.
Meghan le dejó claro a su padre que aún no piensa tener bebés, que es un reto que aún no está entre sus planes.
Pero, se sintió muy complacida de saber que Chance y su padre se estuvieran divirtiendo juntos y que se llevaran tan bien.
Definitivamente, pasarían mucho más tiempo junto al abuelo.
Los mimos del abuelo llegaron a tal nivel, que la última noche Chance le envió un mensaje a Meghan lleno de corazones y diciéndole que como despedida, el abuelo le permitiría dormir sobre la cama.
«Oye mamá, el abuelo va a dormir conmigo esta noche, ¿Hay algo que le tengas que decir?», es parte del último mensaje de Chance.
La cara de felicidad de este hermoso perrito era inigualable.
Aunque el abuelo no logró convencer a Meghan de que le diera un nieto, sí se ganó el corazón de miles de personas. Después de que ella publicara la historia en Internet, la lluvia de comentarios no cesa.
«Es lo más hermoso y tierno que he visto en mi vida», «Qué abuelo más dulce», «Qué preciosa historia de un abuelo y su nieto», fueron algunos de los comentarios.
En Zoorprendente no podemos dejar de alegrarnos al ver que hay personas entregadas al bienestar de sus mascotas, como Meghan y el abuelo de Chance. Cuéntanos si también te arriesgarías a dejar a tu perro bajo el cuidado de tu padre.