Los veteranos de guerra siempre regresan con mucho sufrimiento que agobia sus mentes y sus corazones. Muchos de ellos no solo tienen que sanar heridas físicas, sino también sentimentales y las más difíciles, las psicológicas. Adaptarse nuevamente a la vida social es difícil para ellos, se sienten incomprendidos y muchas veces culpables de cosas que ocurrieron en el campo y no pudieron evitar o solucionar.
Para las familias es un trabajo arduo, deben darle todo el apoyo necesario al volver a casa, y esto a veces puede ser muy difícil.
Garrett Karns es un veterano que en 2012 perdió sus dos piernas, a consecuencia de un artefacto explosivo mientras patrullaba con el Batallón 3º Marines en Khan-Neshin, provincia de Helmand, Afganistán. Él no solo perdió sus piernas, sino a cuatro compañeros del pelotón.
Cuando Garrett volvió a casa en Burlington, Carolina del Norte, fue recibido de la mejor manera, pero su vida y su personalidad había cambiado por completo.
Él tenía que enfrentarse a diario con problemas que un adulto de su edad no debería tener, como alcanzar el inodoro. Después de que su familia pidiera ayuda, Homes For Our Troops, una organización sin fines de lucro logró obtener un nuevo hogar para él. Ahora vive en un espacio adecuado para una persona discapacitada, con pasillos más anchos y puertas que se pueden ampliar.
Además, estaban libre de hipoteca, para la familia Carner fue como quitarse un gran peso de encima.
Aunque Garrett ya no tenía tantos problemas en su vida cotidiana, seguía teniendo días donde emocionalmente estaba deshecho. Su familia le daba todo el apoyo necesario, pero él seguía estando triste. Hasta que unos amigos de la iglesia tuvieron una gran idea y se comunicaron con su hijo que se encuentra en el ejército estacionado en Alemania y había estado entrenando a un Pastor Alemán desde que era un cachorro.
Gracias a la ayuda financiera de parte de Molly’s Uniting Military Service, la nueva mascota llegó a tiempo para Navidad.
Para Garrett, fue una sorpresa maravillosa, tener a alguien junto a él que entienda lo que es la vida del ejército significaba muchísimo. Los amigos de Garrett sabían que esto le podía hacer bien emocionalmente y efectivamente, Unno tuvo un impacto realmente positivo en él.
“Para mí la familia es lo más importante y agradezco que me ignoren cada vez que digo que no sirvo para nada, eso me hace más fuerte”, aseguró el veterano.
“Pero contar con alguien con quien puedes sentir esa conexión de haber pasado por una vida difícil y de haber vivido experiencias aterradoras, me ha ayudado mucho, vincularme con otro veterano aquí mismo es muy especial, Unno le devolvió emociones a mi corazón”, continuó explicando Garrett.
Cada quien sirve a su manera, Garrett lo hizo en el ejército, ahora la comunidad se esfuerza por servirle a él.
Esperamos que este cambio y la compañía de Unno, terminen de ayudar a Garrett en su recuperación emocional. Aunque sabemos que su experiencia fue muy difícil y que hay cosas que nunca se superarán por completo, la compañía de un perro de servicio le dará la sensación de estar comprendido y esto puede hacer que su vida vuelva a tener algunos colores. Un aplauso a la comunidad que lo ha apoyado y ha estado pendiente de cada una de sus necesidades.
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