Cuando este adorable poodle llamado Figgy cumplió los 18 años de edad, empezó a tener algunos accidentes en el hogar, y por eso sus padres decidieron que no podían lidiar más con la situación.
Lo llevaron a una clínica veterinaria para que lo pusieran a dormir. El día que lo llevaron, le dijeron al personal que el perro era «estúpido» y por eso lo dejaban ahí.
Esta desagradable historia lamentablemente no es la única. Hace pocos días dimos a conocer el caso de Nak Nak, el perrito que fue dejado en el veterinario para el mismo fin, porque sus dueños decían que era «feo y asqueroso». Puedes recordar la noticia aquí.
Ellos, por su parte, se enamoraron de Figgy apenas lo vieron y de ninguna forma lo iban a poner a dormir.
Después de hacerle varios exámenes, el personal de la clínica veterinaria determinó que Figgy a pesar de estar ciego, con artritis y algunos dientes caídos, estaba relativamente sano para tener 18 años. No iban a terminar con su vida de ninguna forma.
En cambio, contactaron a Muttville Senior Dog Rescue para ver si había espacio para él. Ellos accedieron y se llevaron a Figgy a San Francisco a ser atendido y cuidado allí.
En vista de que Figgy estaba ciego y había vivido tantas cosas, en vez de dejarlo en la sede principal, la fundadora de ese refugio se lo llevó a su casa para que pasara una transición calmada con atención especializada.
«Se comportaba con tanta ternura, era un amor, dormía conmigo abrazado. Lo adoré», dijo Sherry Franklin.
Figgy pasó de ser rechazado por una familia sin corazón, a ser bienvenido en un hogar cálido con personas bondadosas, todo pasó en muy pocos días.
Cuatro días después de que estuvo allí, otra familia llamó pidiendo adoptar al chico y darle el amor que tanto merece en los días que le queden en este mundo. En el sitio web del refugio lo describieron como un perro muy anciano y enfermo que solo necesitaba eso…
Una mujer llamada Eileen, que ya ha adoptado a varios perritos en esas condiciones, vio inmediatamente su perfil y supo que tenía que llevarlo a su casa. «Hubo algo en él que me llamó de inmediato, será el quinto ángel por el cual hago esto», dijo. Es una mujer muy bondadosa y humana. Qué fortuna ha tenido el chico de encontrarla en su camino.
Fue así como llevaron al perrito hasta la casa de Eileen lo antes posible. Ahora a Figgy le encanta su nueva familia, incluída Miss Abbie, otra chica de Muttville adoptada en condiciones similares. Su mamá los quiere mucho, cada minuto que pasan juntos es una alegría, a pesar de saber que no será tanto tiempo el que compartan.
Es quizá ese detalle precisamente el que hace de esta historia algo tan humano y conmovedor. A pesar de que a estos perritos no les quede largo tiempo en este mundo, para personas como Sherry y Eileen no es un obstáculo o mucho menos un problema el cuidarlos y darles el amor que merecen. Por el contrario, se sienten más comprometidas con aquellos animales desfavorecidos que son echados a un lado como si fueran objetos, solo por estar viejos y necesitar algo extra de parte de sus familias.
Comparte la historia con todos tus amigos y conocidos. Si tienes un perrito mayor en casa, dale amor y comprensión. Ellos nos dan tanto a nosotros… ¡Es lo mínimo que merecen!