Cuando llevamos a casa a una mascota lo hacemos con mucha ilusión, nos imaginamos todo lo que estamos a punto de vivir juntos. Si se trata de un perro, no podemos esperar a conocer su cariñoso y tierno carácter y las travesuras que está por cometer y a partir de las cuales debemos educarlos. Nos cambian por completo el ritmo de vida, no es solo tenerlos en casa, es dedicarles tiempo y atender cada una de sus necesidades. Pero nunca estamos preparados para perderlos y mucho menos si se tienen que ir antes de tiempo.
Para Stephanie Jarstad fue un duro momento descubrir que su esquimal siendo solo un cachorro, estaba a punto de perder la batalla.
Kolohe se llamaba su pequeño bebé y estuvo junto a ella tan solo nueve meses, pero fue tiempo suficiente para marcar el resto de su vida. Nació la misma semana en que ella y su esposo Michael se unieron en matrimonio y desde entonces estuvo junto a ellos.
Ella manifestó estar un poco nerviosa, no estaba segura si primero debían convivir solos antes de tener un perro, pero Kolohe los unió aún más.
También estaba preocupada por todo el ejercicio que un perro de su raza necesita e incluyó una rutina de carrera y juegos en el parque a su vida. No solo la hacía feliz y le daba color a su vida, también la estaba ayudando a ser más saludable.
A pesar de que los perros como Kohole son muy traviesos y suelen ser escapistas, él era tan obediente que un vecino les sugirió que lo llevaran al veterinario, que tal vez algo no andaba bien en él.
Irónicamente, dos días después hizo un hoyo en el jardín y escapó al patio del vecino.
Pero efectivamente algo estaba mal en Kohole, él inesperadamente comenzó a cambiar. Esto era producto de una enfermedad cerebral degenerativa irreversible, él no podría ser sometido a ningún tipo de tratamiento y solo tendría que esperar pacientemente el final.
Entonces, Stephenie se puso en contacto con su amiga y florista Francoise Weeks, de Portland y construyeron una escena para hacer un proyecto fotográfico en homenaje a Kohole. Con los mejores recuerdos llevándolo de caminatas por el bosque, crearon un escenario de lo que ellas imaginaron podía ser el cielo de los perros.
Una escena de fantasía que daba la sensación de tener magia y como protagonista a Kolohe, sumergido en un apacible sueño.
“Cree este proyecto para poder lidiar con esta devastadora pérdida que llegó más pronto de lo que esperábamos y lo comparto para consolar a aquellos que también han tenido que enfrentar la muerte de su mejor amigo de cuatro patas”, explicó Stephanie.
Ella acompañó las imágenes con una conmovedora carta dedicada a su querido Kolohe, donde le dice que volvería a hacer todo lo que hizo por él durante 15 años más si fuera necesario. Que dedicaría cada minuto en ayudarlo a comer, a caminar e incluso a beber agua si así lo necesitara.
«El tiempo nunca es suficiente cuando queremos sanar heridas como estas», expresó.
Stephanie documentó cada segundo de la vida de Kolohe hasta su final. ¡Es realmente conmovedor!
Stephanie tuvo que ver cómo su cachorro envejeció 15 años en pocos meses; fue doloroso, pero sin embargo, ella transformó su dolor en un proyecto hermoso. Sabemos que llevará su duelo durante largo tiempo, pero la manera en que lo está haciendo es muy positiva e inspiradora. Si quieres leer la carta completa que Stephanie le escribió a Kolohe, puedes hacerlo desde aquí.
Si también te ha conmovido esta dolorosa historia no dejes de compartirla.