En todas las especies algunos individuos están en clara desventaja con respecto a sus compañeros. Muchas veces alguna enfermedad o condición especial hacen que deban tener atenciones y cuidados especiales, ya que por sí solos no podrían continuar el camino y perderían la lucha. Una de estas condiciones pueden ser las malformaciones congénitas que impiden al animal o a la persona llevar una vida diaria normal y muchas veces limita sus funciones básicas vitales.
Sasha es una cachorrita de raza pitbull que nació con varias complicaciones.
Ella fue llevada a SNARR Animal Rescue Northeast, un grupo de rescate para animales con necesidades especiales en Nueva York. Courtney Bellew la recibió e inmediatamente determinó que Sasha había nacido con labio leporino y paladar hendido, esto la vuelve incapaz de alimentarse de su madre ya que no puede succionar.
Sasha pesaba tan solo 11 onzas, era completamente frágil y muy pequeña, pero harían todo lo posible por ayudarla.
Bellew se comunicó con su amiga Marie De Marco, una enfermera especialista en alimentación por sonda y fundadora de la organización sin fines de lucro FURRR 911 y le preguntó si podía hacerse cargo de Sasha. Ambas esperaban que con su experiencia pudiera mantenerla alimentada e hidratada.
Marie accedió sin dudarlo y comenzó a ponerse manos a la obra para recibirla.
Por su parte, Bellew improvisó una camita para mantenerla tibia, calentando un poco de arroz e introduciéndolo en una media. De esta manera Sasha mantendría su calor corporal hasta llegar a lo que sería su nuevo hogar.
Una vez en manos de Marie, ella notó que su cabeza era más grande de lo normal, pese a que ella era tan pequeña.
Después de eso, pudieron confirmar que ella también padecía de hidrocefalia, esto quiere decir que su cráneo tenía mucho más líquido cefalorraquídeo del normal y como consecuencia su cerebro estaba comprimido y era más pequeño. Además, de algunos problemas ortopédicos, esto la hacía más lenta y menos inteligente que un cachorro promedio.
Todo esto eran razones suficientes para que ella no continuara aquí, pero seguía luchando.
Para hacer la situación más crítica, comenzó a sufrir de infecciones respiratorias y urinarias, paro nada la iba a detener. Ella es alimentada por Marie cada tres o cuatro horas durante el día y cada cinco horas durante la noche para que ambas puedan descansar.
Su determinación es increíble.
Con tres meses de edad apenas ha logrado alcanzar un peso aproximado de 1 libra y 9 onzas, aún es muy pequeña para someterse a cualquiera de las cirugías que le harían la vida un poco más fácil
Sin embargo, cada vez que descubre que su alimento está listo se relame los labios y espera ansiosa.
Ella usa ropita tejida para mantenerse constantemente en calor y cubrir su pecho, de esta manera tratan de prevenir resfriados y evitar infecciones respiratorias. Pero está completamente decidida a ser feliz.
Juega y se pasea con los gatos de Marie y aunque es muy pequeña y frágil, no se da por vencida.
Aunque las personas que la quieren son muy optimistas con su futuro, la verdad es que cualquier cosa puede pasar, su salud sigue siendo muy delicada y por eso están preparados para cualquier panorama. La verdad es que aunque ella nació con muchas desventajas físicas, tiene un gran espíritu guerrero y está rodeada de personas maravillosas que la hacen sentir amada.
No dejes de compartir la inspiradora historia de esta pequeña perrita.