Desgraciadamente, en muchos lugares practican la horrorosa actividad de las peleas caninas; en estas generalmente son usadas las razas que han sido consideradas por los humanos como violentas, entre ellos están los canes de razas Doberman, Rottweiler, Pastor Alemán, pero los más populares en estas peleas son los Pit Bull Terrier.
El equipo de Bark Nation, junto a su fundadora, Kelly McLaughlin, tienen como misión la de unir y proteger a la comunidad canina de Estados Unidos y evitar que más perros se vean afectados por la crueldad animal, eliminar la crianza no ética, la eutanasia indiscriminada, y educar a canes y a humanos en cómo llevar una vida efectiva y digna para los perros.
Como parte del proyecto, Bark Nation, ejecuta planes que ataquen a las personas o asociaciones para la crianza de perros utilizados para las peleas caninas, y eventualmente reciben en su refugio a los perros víctimas de esta actividad.
El fin de semana pasado en Michigan, McLaughlin junto a toda la organización, fueron a recoger a 10 pit bull que antes eran usados para ese fin, y lo primero que hicieron al verlos fue quitarles los viejos, horribles y desgastados collares que les colocaban para enfrentarse.
«Sacar esos collares viejos, mohosos y de olor agrio fue la mejor sensación”, dijo McLaughlin.
Y pareciera que el hecho de cambiar collares es insignificante, pero realmente representa el primer paso del cambio en el estilo de vida de los perros, la oportunidad de hacerles saber que tendrán una nueva vida alejada de la violencia. “Es el momento en que cambian de un perro criado en pelea de perros a una mascota”, añade McLaughlin.
Los perritos habían sido detenidos en un refugio municipal porque eran parte de las pruebas en los juicios contra dos de los que organizaban estas peleas y con el testimonio visual de los canes lograron condenarlos en la ciudad de Detroit, en Michigan.
Las investigaciones contra los ahora condenados iniciaron cuando encontraron a 32 perros encadenados en un patio trasero de Kalamazoo, Michigan. Todos los perros presentaban heridas y cicatrices, después en las inspecciones en el lugar descubrieron en el sótano de su casa un anillo que usaban para que los perros se enfrentaran.
Este tipo de actividad se extendió por todo el estado, pero la policía fue tras la pista de todos aquellos que lo practicaban y allanaron sus propiedades y ahora enfrentan delitos graves.
En total la policía incautó a 52 perros que obligaban a participar en estas peleas, y todos los perros eran Pit Bull Terrier, muy jóvenes, entre 1 a 2 años de edad.
Ahora, gracias a Bark Nation están lejos del mundo de violencia y enfrentamientos. “Todo lo que quieren es jugar en el jardín, lamerse la cara y abrazarse”, cuenta McLaughlin. “Nos enamoramos de estos perros de inmediato. A pesar de todo, saben cómo amar”, añadió.
Los canes tienen nuevos collares, nuevas oportunidades y nuevos nombres, dignos de su nueva vida llena de amor.
“Michigan tiene leyes muy estrictas sobre peleas de perros, lo que es realmente grandioso, pero también dificulta que los albergados del condado coloquen a los perros después de que son capturados”, señaló McLaughlin. “La gran mayoría de los sobrevivientes pueden ser rehabilitados con éxito, pero se les debe dar la oportunidad de hacerlo, no ser ejecutados por lo que han nacido”, agregó.
Si quieres apoyar a Bark Nation en la causa para adaptar y a reubicar a estos hermosos perros, puedes hacer tus donaciones aquí.
¡Nos encantan las segundas oportunidades que reciben nuestros animales!
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