Nicky Holden y su familia estaban muy contentos por sus primeras vacaciones fuera del país, estaban muy felices paseando por Turquía, relajándose en la piscina, visitando el mar y nadando un rato. Jamás esperaron que en su viaje encontrarían a un amigo sorpresa.
La señora Holden decidió visitar un mercado local en Fethiye, Turquía, para realizar algunas compras en compañía de su esposo, su cuñada y su hija; ella jamás esperó que en su corta visita al mercado encontraría a esta amiguita.
Según palabras de la misma señora Holden, ellos estaban mirando cosas al azar en el mercado, cuando vio lo que parecía ser algo negro tirado en el piso que parecía basura. Cuando se acercó para cerciorarse de qué se trataba, no era nada más y nada menos que un perro.
Simplemente estaba echada en el suelo y todos pasaban sobre ella”, cuenta. “Fue impactante ver a una criatura viviente en tal estado, necesitando ayuda y que cientos de personas pasaran caminando, sin prestarle atención”.
Ella no pudo evitar acercarse a la perrita; apenas los vio, movió la cola, se veía muy débil y flaca. Rápidamente, compraron algo de comida y agua en un puesto cercano para alimentar a la canina.
Apenas cruzaron miradas, la mujer sabía que tenía que hacer algo, decidió llamarla Kez en homenaje a un amigo cercano que había perdido recientemente. La pobre Kez se encontraba en muy mal estado, con el cabello enredado, ¡estaba tan flaca y sucia!
Ella y su esposo estaban decididos a ayudar a la pobre Kez. Mientras decidían qué hacer con ella, se mostraban sumamente conmovidos casi al punto de las lágrimas. Increíblemente, las personas a su alrededor los miraban con burlas sin entender por qué le daban tanta atención a un simple perro de la calle, ellos no veían lo mismo que Holden y su familia.
Después de alimentarla y cuidar de ella un rato, Holden y su familia tuvieron que volver al hotel y la señora tuvo que dejar a Kez en el mercado, pues no tenía información sobre qué hacer con la cachorra en ese país. Esa noche casi no durmió y apenas amaneció, buscó toda la ayuda que pudo.
La señora Holden se dirigió al pueblo y habló con los lugareños con respecto a cómo podía ayudar a la perrita que encontró, pronto se comunicó con una mujer que le mencionó de un evento en donde se podían recolectar fondos para este tipo de causas. Ella tenía que ir a ese evento para ayudar a Kez.
En este evento lograron ponerse en contacto con Mad About Mutts, una perrera local que prometió ayudarlos con Kez si podían encontrarla de nuevo. La triste noticia fue que cuando se dirigieron al mercado para buscar a la cachorra, todo había desaparecido: los puestos, la gente e incluso la perrita.
Nuestros corazones se hundieron”, dijo Holden. “Buscamos en toda el área, mirando detrás de los contenedores y mostrándole a la gente su foto. En una zona residencial cercana llamamos a todas las puertas. Fuimos al puerto y preguntamos a todos los dueños de restaurantes y tenderos”, agregó.
La familia estaba a punto de rendirse, parecía que no volverían a ver a Kez y la resignación pasó por la cabeza de Holden, pero milagrosamente ahí estaba ella, tirada en un callejón, se veía triste y sin fuerzas.
El reencuentro de Holden y su esposo con Kez fue hermoso, ella parecía reconocerlos y les movió la cola de inmediato. La mujer y su esposo llamaron a la perrera de inmediato, mientras llegaban compraron un collar y una correa para la perrita, rápidamente el personal de la perrera llegó para ayudar.
Pero ellos no podían dejar a Holden ahí sola, debían llevarla con ellos de vuelta a casa, el amor que nació entre esta familia y la cachorra fue instantáneo, por lo que decidieron realizar todo el papeleo competente para llevarla con ellos fuera del país.
Esto no fue nada fácil, pues la familia tuvo que recolectar más de 1.000 euros para poder asegurarle la estadía a Kez en una perrera durante los 6 meses de papeleos que tardarían para arreglar las cosas y poder llevar a la cachorra con ellos a casa.
Y para Kez tampoco fue fácil, se mostraba muy nerviosa e incluso agresiva con el personal de la perrera, sobre todo con los hombres, pues les ladraba constantemente. Pero la espera rendiría sus frutos cuando 6 meses después, para noviembre de 2016 podría reencontrarse con su familia de nuevo.
Y así fue, la familia entera pronto se reencontró con Kez, y ella se adaptó muy rápido a su nuevo hogar, ya es una perrita muy educada, responde de buena manera, usa sus juguetes, camina con correa e incluso atiende al entrenamiento de agilidad que le da Holden.
Bien por Kez y su nueva familia, comparte esta hermosa historia.