Los desastres naturales como huracanes, terremotos y tsunamis son tragedias que no podemos evitar. Lo mejor que podemos hacer es prepararnos bien para que sus efectos no sean tan devastadores.
Ante la inminencia de la tragedia y el dolor, podemos olvidar que los riesgos más terribles ante estas catástrofes son causados y empeorados por las actividades humanas.
Un ejemplo de esto es el efecto que los desastres naturales tiene sobre las grandes plantas procesadoras como la petroquímica, nuclear, manufacturera, etc.
A continuación les presentamos el caso de unos delfines que están sufriendo un terrible caso de envenenamiento.
Debido al paso del Huracán Harvey los delfines de la Bahía de Galveston se encuentran luchando por su vida.
Muchos de ellos tienen lesiones que cubren sus hermosos y elegantes cuerpos grises.
Se les ven manchas blancas que les dan una apariencia jaspeada sobre toda su piel y otros tienen una apariencia enrojecida e inflamada.
Otros se encuentran desnutridos y muchos de ellos simplemente han desaparecido. Los investigadores aún no saben si sobrevivieron o no.
Los animales que quedan están letárgicos, adormilados, no nadan en las olas y no están socializando como es lo normal.
Lo que antes eran bancos de alimentación, pesca y caza productivos, hoy en día están abandonados.
Los investigadores han dedicado un gran esfuerzo para descubrir la razón por la que una comunidad floreciente de casi 500 delfines, hoy en día se encuentra vacía.
La verdad ha resultado abrumadora.
Las compañías petro-químicas situadas en los alrededores de la Bahía han vertido cantidades masivas de químicos contaminantes al Canal Houston y a la Bahía de Galveston.
La causa de los derrames fue la poca preparación y contención adecuada de dichos químicos ante el paso del Huracán Harvey que azotó el estado de Texas en los EEUU este año.
Estos químicos son tóxicos y letales para los delfines y para los peces de los que estos dependen para alimentarse.
Aún no está completamente claro cuáles químicos están involucrados, se sabe que pueden incluir bifenil policlorado, que también afecta a los niños pequeños.
Las compañías involucradas se llaman Valero Energy, ExxonMobil y Arkema.
ExxonMobil admitió que dos de sus refinerías habían sido dañadas liberando químicos tóxicos y contaminantes a los alrededores. Una de ellas la Refinería Baytown es la segunda más grande de todo el país.
Ellos advirtieron que necesitarán vaciar el tanque por completo para poder realizar las reparaciones.
También mencionaron que se liberaría 7 kgs de benceno al aire.
La refinería petroquímica Beaumont también informó a las autoridades que se había dañado un equipo que captura y quema el dióxido de azufre. El resultado fue la liberación de 600 kg de este químico tóxico al ambiente.
Chevron Phillips también admitió que en su planta química de Cedar Bayou excedió los límites permitidos de contaminantes químicos liberando 1.3 Butadieno, Benzeno y Etileno.
Ellas necesitan asumir la responsabilidad de sus errores y crear un programa o fondo que permita limpiar las zonas afectadas y facilitar la recuperación de la población de delfines, así como toda la fauna afectada.
Muchas personas se han olvidado de los huracanes y ya tienen la cabeza inmersa en la próxima catástrofe mundial.
Pero los delfines siguen sufriendo las consecuencias.
HoustonChronicle
No podemos olvidar de aquellos que luchan por recuperarse y de los científicos que están poniendo todos sus esfuerzos para restaurar su salud y sus hábitats.
Comparte esta noticia para que podamos crear conciencia y exigir acciones a favor de los delfines en peligro.