La mayoría de las personas nos dejamos envolver fácilmente con el espíritu de la navidad, las decoraciones, las luces, los regalos, las comidas… compartir con amigos y familiares nos hace realmente felices. Sin embargo, otros simplemente quieren que la época pase rápidamente y terminar con las canciones y reuniones sociales aburridas y por compromiso. Son dos formas completamente diferentes de ver la vida, y lo mismo puede pasar con los animales. Algunos se maravillan con el ambiente, otros simplemente se molestan porque no pueden tocar ni comer absolutamente nada.
Jasmine Milton, una chica de 20 años quiso hacerle una sesión de fotos a su Husky, llamado Anuko, pero no salió como lo esperaba.
Fueron a un lindo lugar, donde la nieve sería el escenario perfecto, algunos arbustos y por supuesto Anuko como protagonista. Y claro, las fotos no serían perfectas sin una bufanda tejida en rojo y blanco, acompañada de unas espectaculares orejas y cuernos de reno hechos de fieltro y algodón, decoradas con una hoja y una brillante bola roja.
Todo era perfecto, menos para Anuko, quien demostró desde la primera foto que quizás la navidad no era lo suyo.
Su expresión decía: termina con esto rápido, por favor, y sácame de aquí antes de que acabe con este disfraz. Perecía ser el Grinch disfrazado de Husky, aunque son unas fotos muy bonitas, ya que Anuko es un hermoso animal, no tenían mucho espíritu y Jasmine tuvo que desertar de la idea de seguir con la sesión.
Sin embargo, ella explica que no todo es lo que parece.
Realmente Anuko es un perro muy tranquilo y nunca ha sido gruñón, de hecho su expresión no se debe a que se encuentre molesto o de mal humor. Todo se debe a las manchas en su cara y que rodean sus ojos, esto le da una expresión dura y hostil, cuando la realidad es todo lo contrario.
Aunque ciertamente no es amante de la navidad, no la odia, simplemente considera injusto que toda esa comida esté prohibida para él.
Anuko es un perro bastante pacífico y le gusta dormir bastante, pero nunca deja de seguir a Jasmine a donde va, a cada habitación. Ella lo conoció cuando él tenía tan solo 5 semanas de nacido y poco tiempo después de que fuera diagnosticada con problemas de salud mental.
Jasmine sufre de depresión y había pasado parte de su vida en la cama, no trabajaba y había abandonado la escuela.
Alguien le recomendó que un perro podía ayudarla a mejorar su condición e inmediatamente después de la llegada Anuko, su vida comenzó a cambiar rápida y positivamente. Una foto de él y sus expresiones se hizo famosa hace un par de años y Jasmine pronto se encontró dirigiendo una página web sobre Anuko y otros huskies, llamada Snowdog Guru.
La vida no solo mejoró para ella, Anuko le dio un sentido a su vida, ya no solo salía a pasear y distraerse con él, ahora tenía propósitos.
Tanta fue la inspiración y mejoría que Anuko le proporcionó a Jasmine, que ahora se está preparando para estudiar Medicina Veterinaria y poder dedicar su tiempo y su vida a los animales que tanto aportan en el mundo.
“Nada de esto hubiese sucedido si Anuko no hubiese llegado a mi vida, probablemente aún estaría en una cama o algo peor”, dijo Jasmine.
Sin duda, una de esas historias maravillosas escondidas detrás de una imagen que aparenta otra cosa, Anuko nos enseña que no podemos juzgar a nadie por las primeras apariencias y que los lazos entre personas y animales pueden cambiar el mundo de una persona y todos los que lo rodean. Esperamos que Anuko tenga un plato especial y permitido en su dieta esta navidad, aunque Jasmine dice que por una travesura que le hizo romperse un diente, este año Papa Noel no le dejará nada en el árbol.
Si crees que Anuko es maravilloso, tienes que compartir esta historia para que muchos más lo conozcan.