El kayak es una actividad asombrosa, pues fortalece los brazos al mismo tiempo que te permite explorar con libertad los paisajes marinos y costeros a tu alrededor.
Al avanzar sin motor, impulsado solo por tu propio esfuerzo, puedes desplazarte de forma más silenciosa y apreciar los pequeños detalles que no verías de otro modo.
Steve es un pescador que disfruta realizar kayak en su tiempo libre.
Un día remando en los cayos de Florida Steve logró capturar un momento increíble con su cámara go pro.
En medio de una expedición a mar abierto Steve divisó algo fuera de lo común en el horizonte.
Él no podía creer lo que veían sus ojos, así que decidió aproximarse para estar seguro.
Al acercarse confirmó lo que antes había dudado en creer.
Una pequeña iguana se encontraba nadando en pleno mar abierto, en medio de la nada con todas sus fuerzas.
La visión era bastante extraña.
Ellos estaban a kilómetros de distancia de la orilla más cercana.
¿Qué podría estar haciendo allí esa amiga nadadora?
«Todo lo que podía ver eran las espinas de su espalda, así que al principio pensé que se trataba de una rama de palma. Pero… algo estaba raro, así que me detuve y entonces noté que empezaba a nadar”.
Esto es lo que dice Steve respecto a la curiosidad inicial que lo llevó a aproximarse al extraño objeto que veía flotando a lo lejos.
El reptil estaba más que renuente a subir al kayak de Steve, así que hizo falta un poco de convencimiento de su parte.
Luego, cuando por fin se decide a intentarlo, parecía que sus patas no podrían alcanzar la superficie. De seguro se encontraba muy cansado y adolorido del esfuerzo.
Finalmente la iguana decidió aceptar el remo de Steve como ayuda y pudo subir a salvo al kayak.
«Fue genial ver cómo poco a poco confió en mí lo suficiente para preferir nadar hacia el kayak y subirse antes que morir de cansancio en el océano, claro”.
Steve decidió acomodarlo en la parte posterior del kayak, donde se preparó para arrancar.
La iguana se acomodó en la tapa de una pequeña cava, aunque Steve tenía algo de miedo de que fuera a lanzarse de nuevo al agua.
Es muy gracioso ver cómo Steve le habla a la iguana, como si fueran viejos amigos.
”Ok, ponte el cinturón y acomódate porque vamos a ir muy rápido. No vayas a entrar en pánico y saltar porque te dejo…”
Él le pregunta durante todo el camino si va bien, si todo está en orden y al aproximarse a los manglares bromea diciendo: “Ves algo que te parezca familiar?”
Al parecer el amiguito sabía que estaba en casa porque apenas escuchó esto se lanzó al agua y nadó hasta unos mangles cercanos.
Muchas iguanas nadan alrededor de las islas, es su forma de moverse entre ellas y buscar comida.
Pero nunca se había visto una tan lejos de la orilla en pleno mar abierto.
Lo más probable es que unas mareas la hayan atrapado y la hayan llevado a ese punto tan lejano condenando al animalito a una horrible muerte.
Pero uno nunca sabe, tal vez se trataba de un viaje normal entre Estados Unidos y Cuba que tuvo un poco de ayuda al final 😉
Steve nos demuestra que si estás en el lugar y en el momento correcto, puedes ser el milagro que otros esperaban. ¡Comparte este asombroso video!