Aunque los fuegos artificiales pueden ser un espectáculo encantador, también resulta muy peligroso. Por eso, en muchos lugares incluso están prohibidos, año a año durante las fiestas de diciembre se escuchan historias de tragedias de personas quemadas, por lo general niños, por imprudencia o falta de supervisión de los adultos. Pero también los animales sufren con los estruendos de la pirotecnia.
Los sonidos de cada explosión pueden resultar aterradores, especialmente para los perros quienes son muy sensibles.
Esto les puede generar altos niveles de estrés y ansiedad, no entender de qué se trata el sonido los puede descontrolar y causar destrozos dentro del hogar o incluso atacar en medio de un ataque de pánico. También pueden esconderse completamente asustados, las posibilidades de un infarto son altas.
Una familia colombiana sufrió las consecuencias de la pólvora perdiendo para siempre a su pitbull rescatado hace 10 meses.
El animal llamado “Sultán” se encontraba solo en el apartamento ubicado en el 11vo piso de un edificio en la ciudad de Armenia, cuando comenzaron a celebrar el inicio de la Navidad con un espectáculo de fuegos artificiales. Esto generó un ataque de pánico en el perro, que lo hizo causar destrozos dentro del hogar.
“Tiró el extractor de la cocina, rompió los platos, debió haber estado muy asustado”, dijo Luisa Fernanda Salazar, su dueña.
Finalmente en medio de sus desesperación, Sultán se aproximó a una ventana y saltó de ella comenzado una caída libre hasta las áreas comunes del conjunto residencial. En el lugar se encontraba una muchacha de 19 años, que resultó herida con fracturas en el omóplato.
Pero Sultán perdió la vida inmediatamente con el impacto de la caída.
Por su parte, John Rodriguez, el otro propietario del perro, dice que aunque no ha visto las placas de la muchacha afectada, sabe que fue llevada al hospital de emergencia y ahora se encuentra en recuperación dentro de su hogar.
“He estado pendiente de ella”, asegura el hombre.
Por parte de la chica, no hay registros de que haya presentado alguna denuncia o que quiera hacerlo en un futuro. Lamentamos este terrible hecho y no podemos imaginar la angustia que sintió este perrito minutos antes de morir. Esperamos que hechos como estos no se repitan y que cada vez tomemos más conciencia de los daños, físicos, psicológicos e incluso ambientales que puede causar la pirotecnia y que aunque se trata de una tradición, su uso se vaya reduciendo poco a poco, para evitar más tragedias.
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