Nueva Escocia se ha convertido en la primera provincia de Canadá en prohibir la remoción de uñas o garras a los gatos, apoyando el movimiento mundial que se pronuncia en contra de esta medida que se toma innecesariamente.
La Asociación Veterinaria de Nueva Escocia (Nova Scotia Veterinary Medical Association) decidió corregir su código de ética para incluir este punto y hacer que la remoción de uñas sin prescripción médica sea inaceptable. La medida entrará en vigencia el 15 de marzo del 2018, pues observa la necesidad de tener tres meses de educación y capacitación para sus profesionales.
El doctor Frank Richardson, de la mencionada asociación, aseguró que la decisión ha sido tomada después de años de discusión por parte de los veterinarios, encuestas, audiencias públicas y una reciente declaración de la asociación nacional de veterinarios.
En Nueva Escocia no se podrá remover las garras a los gatos.
La Asociación Canadiense de Veterinaria (Canadian Veterinary Medical Association) fortaleció su posición contra la remoción de uñas en gatos domésticos el pasado marzo, cuando en un comunicado aseguró que esta práctica es innecesaria y produce dolor para los animales.
Grupos de veterinarios en otras provincias están discutiendo este tema también y, según Richardson, “está en la agenda de todos”.
Los dueños de las mascotas lo pedían a sus veterinarios con regularidad.
El profesional asegura que quitarle las uñas a los gatos era muy común 20 años atrás, y cada vez menos veterinarios están dispuestos a realizar este procedimiento.
“El número se hace cada año más pequeño. Creo que, si no hacemos nada, podría desaparecer la práctica por sí misma”, asegura el profesional.
Los motivos para remover las garras eran sólo por comodidad de los dueños.
El doctor Hugh Chisholm, un veterinario retirado, que ha sido el mayor impulsor de este cambio, asegura que si bien algunas municipalidades han aprobado regulaciones contra el quitarle las uñas, Nueva Escocia se ha convertido en la primera provincia de Canadá en declararlo no ético.
“Es un gran día. Estoy tan orgulloso de la Asociación de Veterinarios de Nueva Escocia”, aseguró Chisholm, quien es ahora el director de Atlantic Canada para Paw Project.
“Estás amputando 10 huesos de los 10 dedos de las patas de un gato, y si eso no constituye una mutilación, no sé lo que es”, asegura.
Esta práctica ya ha sido prohibida en Europa, Australia y en algunas ciudades de California. New Jersey está estudiando una ley que prohibirá la práctica si no es necesario por alguna razón médica.
Muchas más ciudades y territorios del mundo están planeando prohibir esta práctica.
“Ahora que hemos logrado este éxito en Nueva Escocia, me contactaré con las otras asociaciones veterinarias del país para alentarlos a hacer lo mismo. Creo que sólo es cuestión de tiempo”, asegura Chisholm.
Durante años, algunos dueños de las mascotas solicitaban la remoción de las uñas para prevenir rasguños en los muebles, lastimaduras o heridas a otras mascotas. Pero Canadian Veterinary Medical Association considera que rasgar las uña es un comportamiento normal de los gatos para marcar su territorio, además ayudan a su equilibrio, para defenderse y para trepar.
El veterinario retirado considera que en algunos casos médicos, remover las uñas es necesario.
“Existen algunos raros casos, pero sólo si es en el mejor interés del gato, pueden removerse algunas garras para evitar una infección o por algún trauma. Hacerlo porque nos preocupa que nuestro sofá quede con marcas o rasguños está muy mal”, asegura Chisholm.
Ahora buscan que se prohiba en todo Canadá.
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