Cada año, la meta es que menos animales sean abandonados y que aquellos que se encuentran abandonados o en refugios puedan conseguir un hogar. Por eso, cada vez son más los las organizaciones y fundaciones que se dedican a hacer campañas preventivas en determinadas fechas, en las que el abandono animal suele aumentar o donde las adopciones y compras de mascotas de hacen sin pensar.
Esta vez, Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA), creó un cortometraje para recordar que las mascotas no son regalos de navidad.
En el cortometraje, se puede ver cómo un cachorro representado por un peluche, es regalado a un niño que en primer momento se emociona, pero que realmente no está capacitado para asumir la responsabilidad de hacerse cargo de otra vida. Adquirir a un animal no es solo jugar con él, es atender también todas sus necesidades básicas, darle respeto y amor.
Por lo tanto, el niño poco a poco lo va descuidando y como todo niño, aburriéndose del juguete que cada vez está más deteriorado.
Como consecuencia, en vista del deterioro, la suciedad que tenía y la falta de interés, terminan tirándolo a la basura, como si de un objeto se tratara. Olvidando los sentimientos que el animal pueda tener, demostrando que no se trataba de un regalo realmente deseado y por lo tanto poco apreciado.
Afortunadamente, en la calle siempre hay ángeles dispuestos a ayudar a los animales más necesitados.
Una mujer, representando a una de las trabajadoras de RSPCA, lo ve en el basurero y lo toma entre sus brazos para cambiar su vida. Lo lleva al veterinario, cuidadosamente comienzan a coser sus rasgaduras que representan sus heridas, lo asean y le dan el amor que hace mucho no había recibido.
Hasta dejarlo descansar en una cómoda y suave cama del refugio.
El cortometraje finaliza mostrando a un labrador, real, reposando en la misma cama en la que se encontraba el peluche del refugio. Pero esta vez, en una cálida sala en la que una mujer se acerca para jugar y conversar con él.
Esta última mujer representa a una madre adoptiva, una mujer que realmente deseaba tener una mascota y le dio una segunda oportunidad.
El objetivo de esta campaña es que evitemos toda esa parte dolorosa y traumática para el animal, los niños no siempre están en la capacidad de hacerse cargo de una mascota y aunque sean buenos con ellos, ¡no son juguetes! Las familias que deseen adquirir uno para Navidad, deben estar seguras de asumir el compromiso y los adultos deben hacerse cargo de las necesidades del animal.
Comparte esta historia y evitemos el abandono después de las fiestas.