Un día, en Los Ángeles (EEUU), caminando en la calle, dos mujeres notaron a una pequeñita y peluda cosita escondida bajo su auto estacionado. Afortunadamente, se dieron cuenta de que había una perrita allí debajo, antes de arrancar. Eso quizá hubiese sido muy peligroso. De inmediato, supieron que tenían que hacer algo para ayudarla.
La perrita claramente era muy joven y no pertenecía a ese mundo de calle y soledad. Intentaron sacarla de allí, pero no pudieron, ya que la pobre chica estaba tan aterrada que se rehusaba a moverse. Las mujeres que la encontraron no querían dejarla sola, así que decidieron llamar y pedir ayuda.
Ellas hicieron lo más aconsejable que puede hacerse en un caso de este tipo. Dejar a un perrito solo y asustado en la calle es inhumano, no importa si no podemos llevarlos a casa con nosotros, siempre hay alguna medida que puede tomarse.
Una de ellas contactó a la organización Hope for Paws y esperó allí a que llegaran a rescatarla. Cuando llegaron, la pequeña chica llamada América aún estaba acurrucada bajo el vehículo, y parecía no tener planes de salir pronto. ¡Pobrecita, estaría muy aterrada! Los rescatistas rodearon el auto con una barrera de plástico, por si en algún momento salía.
Se agacharon en el pavimento para acceder al espacio que estaba bajo el vehículo, al nivel de América, que se encontraba exactamente en el mismo lugar. Estaba allí en el suelo, sentada, pero no ladraba ni lloraba. Una de las personas del refugio asomó una correa bajo el coche, pero América se alejó, tenía miedo de que le hicieran daño… Finalmente, lograron rodear su cuello con la correa, pero nuevamente la chica escapó porque era muy delgada y pudo deslizarse hacia afuera.
Alguien tomó la decisión de agacharse rápidamente y agarrarla con las manos. Afortunadamente, el plan funcionó, finalmente América estuvo a salvo… Se dio cuenta de que estaban allí para ayudarla y no para hacerle daño, enseguida empezó a calmarse y a acurrucarse felizmente en los brazos de aquellos que la salvaron 😀
La llevaron al veterinario, en donde le dieron su primer baño caliente, una vez que estuvo limpia y a salvo se convirtió en el cachorro más cariñoso, juguetón y adorable de todos, perseguía a los humanos y disfrutaba junto a ellos de una forma muy dulce. Qué bueno que la sacaron de la calle, son personas maravillosas que nos devuelven la fe en el ser humano.
En este momento la pequeña América que tan solo tiene 5 meses de nacida, se encuentra bajo cuidados en el refugio, esperemos que pronto la adopten y encuentre un hogar en el que reciba todo el amor que merece. Es reconfortante saber que no tendrá que volver a pasar por algo como lo de aquel día en que se encontraba bajo un auto, aterrada y hambrienta.
Si difundimos esta información quizá la adopten más rápido, por eso te invitamos a compartir su historia con todos tus amigos.