La cacería es uno de los ‘atractivos turísticos’ de países africanos como Zimbabue y Zambia, atentando con la vida de cientos de elefantes y más especies amenazadas por la caza deportiva.
Para evitar que los estadounidenses hicieran parte de este tipo de masacre el ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, aplicó la prohibición de la importación de trofeos, partes de los elefantes cazados, desde el 2014 pero todo eso parece cambiar con el actual presidente.
Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, planea levantar la prohibición de importar trofeos de elefantes cazados en Zimbabue y Zambia desde el pasado 17 de noviembre y está en la espera de una revisión a fondo del asunto por parte del Servicio de Pesca y Vida Salvaje de Estados Unidos. Puedes revisar la noticia aquí.
El presidente americano tuiteó: “Tomar una decisión sobre los trofeos de caza mayor estará en espera hasta que se revisen todos los hechos de conservación, bajo estudio durante años. Actualizaremos pronto con el Secretario Zinke. ¡Gracias!”
Estos comentarios causaron el enfurecimiento de muchos conservacionistas que se oponían a la decisión, todo indica que Trump complace a los cazadores de esos juegos horribles. Mientras, la agencia publicó un comunicado diciendo que la decisión ayudará a proteger a los elefantes salvajes para las generaciones futuras porque, aunque es contradictorio, el dinero generado por los cazadores de caza mayor de los Estados Unidos, ayuda a financiar los esfuerzos de conservación animal en muchos países africanos.
«Estoy conmocionada y horrorizada, pero este es el camino que la administración está tomando», dijo Jane Goodall, una primatóloga, y asegura que el gobierno de Trump deshará uno a uno las protecciones que implementaron sus predecesores para resguardar al medio ambiente.
«Es muy raro que el dinero recaudado por el comercio legal de marfil o cascarilla de rinoceronte salga para proteger a los animales», cuestionó Goodall. «Va a los bolsillos de los conjuntos de safari que llevan a los clientes, o va en manos de funcionarios corruptos del gobierno».
Sin embargo, días después el mismo Trump retuiteó el apoyo a su movimiento para detener la decisión, o más bien, posponerla e investigar más a fondo sobre la repercusión que puede tener la caza ante estas especies amenazadas.
Leonardo DiCaprio, actor y activista de gran influencia, dijo que «no podía creer» que la administración Trump pensara poder dar el paso. «En este cambio de política, Estados Unidos pierde su posición de liderazgo global para poner fin a la crisis del marfil».
El viernes por la noche, Ryan Zinke, el secretario del interior, emitió una declaración que decía: «El presidente Trump y yo hemos hablado y ambos creemos que la conservación y las manadas sanas son fundamentales. Como resultado, de una manera que cumpla con todas las leyes, normas y reglamentos aplicables, la emisión de permisos se suspende a medida que se revisa la decisión”.
Cabe destacar que las poblaciones de elefantes en todo el continente africano han disminuido drásticamente en los últimos 15 años, a pesar de los grandes esfuerzos en evitar su cacería.
Esperemos que el gobierno americano tome la mejor decisión y no permitan que los pequeños pasos que se han podido dar en los últimos años se lleguen a perder por el levantamiento de la prohibición.
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