Rescatan a Candela a punto de morir, tras vivir 8 años en una azotea a la intemperie en Málaga

La nobleza de los amigos peludos realmente es sorprendente. Aunque hayan sido víctimas de maltratos por parte de sus dueños, ellos siempre mantienen su lealtad, sufren en silencio, esperando que aparezca un ángel con una nueva oportunidad de vivir.

Candela es una perrita rottweiler, que tras muchos años de estar condenada a vivir en una azotea, a la intemperie de la naturaleza, sin casi alimento ni agua, pudo ser rescatada gracias a la denuncia de un vecino, que sintió compasión por este pobre animal.

Los agentes de la Policía Nacional detuvieron en la localidad malagueña de Vélez-Málaga a la dueña de Candela, una señora de 56 años, de origen español, como la presunta responsable del delito por maltrato animal.

Cuando las autoridades llegaron al lugar encontraron a esta perrita en muy malas condiciones, tanto físicas como emocionales. Aunque su salud general estaba totalmente quebrantada, esta noble perrita mostró una increíble cooperación, como si supiera que sería liberada de la dolorosa vida que llevaba.  

Esta rottweiler fue hallada con un estado de desnutrición severo, su peso era de 23 kilos, cuando según su tamaño, raza y edad, debería pesar el doble.

Los agentes trasladaron de inmediato a la perrita a una clínica veterinaria donde recibió la asistencia médica necesaria.

Aunque la recuperación de Candela es muy lenta, es satisfactoria. Actualmente se encuentra bajo los cuidados de la Protectora Refugio Cantalobos en Almuñécar (Granada), donde recibe el tratamiento adecuado para su total recuperación y para que posteriormente, pueda ser adoptada.

Este rescate fue posible gracias a la llamada de un ciudadano residente de la localidad que advirtió sobre la situación de abandono en la que se encontraba Candela.

El diagnóstico indicó que su estado de salud estaba muy afectado. Presentó erosiones de tipo alérgico en la piel y una enfermedad ocular bilateral evolutiva hacia una posible ceguera.

Así como un estado severo de desnutrición que le ocasionó una falta de tonicidad muscular. Los huesos de sus costillas y caderas eran evidentes a simple vista.

La debilidad de Candela se manifestaba en sus pasos irregulares. Simplemente, deambulaba entre sus heces y orina. Su cuidado y aseo estaban totalmente descuidados.

Su estado físico evidenciaba la ausencia de cuidados profilácticos, padecía de leishmaniasis, una enfermedad de origen parasitario que, al no tratarse, puede resultar fatal.

También fue diagnosticada con una conducta de autolesión repetitiva y neurótica… ¡Qué sufrimiento para este dócil animal!

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El presidente de la Asociación para la Investigación y Seguimiento sobre Maltrato Animal y Medioambiental de la Axarquía, comentó que en los tres años de vida que tiene la ONG nunca se había encontrado con un caso tan cruel como este.

Candela se auto-lesionaba, el pus en sus ojos no la dejaba ver. No tenía donde resguardarse, estaba a la intemperie. Su dueña le echaba una bolsa cerrada de pan duro. Vivió en esas condiciones aproximadamente ocho años».

La investigación policial de este caso fue remitida al Juzgado de Instrucción Cuatro de Vélez-Málaga, para que se tomen las acciones correspondientes sobre este maltrato animal.

Este tipo de comportamiento humano es muy triste y lamentable, no se pude jugar con la vida de nadie. Comparte la historia de Candela, quien afortunadamente fue liberada de su vida llena de dolor y sufrimiento.

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