Esta historia una vez más demuestra lo inteligentes que son los perros, además de ser grandes compañeros que saben cómo obtener lo que necesitan del ser humano y hasta pedir ayuda. Un canino vive feliz dentro de un hogar familiar, y al igual que todos los miembros necesita ser comprendido, recibir cariño, alimentos, descanso, juego, en fin… Todas las cosas que solemos querer para ser felices y tener una cotidianidad tranquila.
Se trata de una mujer que se encuentra con un viejo y cansado perro deambulando por el jardín de su casa, pero sin embargo, el chico estaba bien alimentado y en buena forma, por eso no lo tomó por un animal de la calle. Su sorpresa fue cuando la siguió hasta dentro de la casa y se acurrucó en el suelo para tomar una siesta. Qué confundido se ha debido sentir 😀
Después de que el chico despertó, se levantó y se fue de la casa como si nada… Luego, al día siguiente, nuevamente regresa a cumplir la misma rutina: una sesión de sueño y hasta luego. El chico continuó regresando una y otra vez para dormir siestas e irse… Qué gracioso y confuso… Pasó por varias semanas hasta que ella decidió satisfacer su intriga.
Un día, después de que tomara la siesta, le pegó una nota en su collar, esperando a que su dueño la leyera y respondiera. «Muy curiosa, le até una nota a su collar que decía:
Quiero saber quién es el dueño de este maravilloso y dulce perro, además preguntarle si está consciente de que cada tarde su perro entra en mi casa a tomar una siesta», lo escribió la mujer esperando con ansias una respuesta.
Y así fue… Lo que tanto esperaba ocurrió, ¡Su plan funcionó! El perro regresó la siguiente tarde, para tomar su habitual siesta y, ¡llegó con una nota distinta amarrada en su collar!. Decía lo siguiente: «Él vive en un hogar junto a 6 niños, de los cuales dos tienen tan solo tres años, por lo que está intentando satisfacer todo el descanso atrasado que tiene, ¿puedo regresar con él mañana?»
No sabemos qué más ocurrió, pero suponemos que regresaron al siguiente día y quizá se conocieron… Lo que seguro sigue pasando es que este chico regresa, cada tarde, a casa de esta mujer a tomar la siesta ya que con tantos niños en casa se le debe hacer muy difícil 😛 Él tenía un pequeño problema y lo resolvió por sus propios medios, ¡es genial!
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