¡Qué conmovedor! Samar Khan estaba de vacaciones en Pakistán, y en Islamabad fue al Zoológico de Murghazar pero no pudo disfrutar de la visita. Allí presenció a un elefante cautivo que vivía en condiciones deplorables, en medio del sufrimiento y sin libertad. Este animal conmovió su corazón y algo le decía que no podía pasarlo por alto y seguir de largo sin ayudarlo.
El elefante responde al nombre de Kaavan, estaba siempre de pie, con sus patas encadenadas y “movía la cabeza de izquierda a derecha de forma constante”… La reacción de este animal era la respuesta a la tortura psicológica por la que estaba siendo sometido durante casi treinta años. Sí, treinta años encadenado sin respirar nunca aire de libertad, de cariño, de cuidados y sin conocer jamás cómo sería crecer en su hábitat natural interactuando con su manada y formando una familia.
Este parque zoológico es visitado por un millón de personas al año pero por primera vez una de ellas no fue indiferente ante la situación de Kavaan. Cuando Khan volvió a su casa en California, Estados Unidos, solicitó una petición en Change.org para informar al mundo lo que presenció y pidiendo ayuda para este elefante. La respuesta fue masiva, miles de personas mostraron su apoyo.
Y su esfuerzo valió la pena porque gracias a su iniciativa, la petición fue escuchada por el gobierno de Pakistán, atendiendo a su solicitud de supervisar el Zoológico. La autoridad de desarrollo de capitalización celebró una reunión en la que aprobaron mejorar la calidad de vida de Kaavan. Será liberado de sus ataduras ordenando a la gestión del zoológico seguir los protocolos estándares internacionales establecidos para los animales en cautiverio.
Es un avance y ha sido muy valioso que la actitud de un hombre solidario haya llegado tan lejos. Pero todavía no es suficiente. Este elefante merece recuperar por completo su libertad.
Así que Khan insta a todos a ejercer presión a las autoridades para que sea eliminada la exhibición de elefantes y trasladar a Kaavan a un refugio para elefantes en el extranjero. Para sumarte y firmar la petición en Change.org puedes hacer click aquí.
¡Juntos podemos lograr una voz tan fuerte que no pueda ser ignorada, así que compártelo!