Si en algo podemos estar de acuerdo es que el amor de una madre es algo que trasciende toda normativa y razón. Una madre es capaz de hacer lo que sea con tal de proteger a sus hijos y eso es algo que, si bien no se puede decir por todas las especies del planeta, es una regla bastante general, justo como el caso de esta vaca que persigue, sin resultado alguno, a sus crías que están siendo alejadas de ella.
El video fue hecho público por la organización de bienestar animal «Safe» y en él se puede apreciar cómo la madre vaca corre desesperadamente tras el camión que está transportando a sus terneros lejos de ella.
De acuerdo con la organización Safe (Save Animals From Exploitation, o “Salven a los Animales De la Explotación” en español), las vacas suelen sufrir grandes niveles de estrés cuando son separadas de sus crías haciendo la comparación entre ellas y una mujer a la que le son arrebatados sus hijos sin ningún tipo de advertencia.
Se ha declarado que las crías son separadas de la madre para evitar la transmisión de enfermedades, para regular los ciclos de alimentación y para asegurar que las crías reciban suficiente colostrum por parte de su madre.
Sin embargo, también se reconoce que el proceso de separación suele ser estresante para ambos lados, por lo que este debe realizarse durante un periodo de tiempo determinado para minimizar en la medida de lo posible el dolor. El procedimiento estándar consiste en separar a la madre de su cría 12 horas después del nacimiento.
“La separación durante las primeras 24 horas de vida interfiere con el desarrollo del lazo vaca-ternero, por lo que esto reduce significativamente los niveles de estrés”, afirman expertos en el tema.
“Las vacas son capaces de mostrar respuestas fuertes y algo agresivas si sus crías son removidas durante una edad más avanzada, como 4 días después del nacimiento, esto comparado a la reacción que se obtiene al realizar el proceso de separación durante las primeras 6 horas de vida de la cría”.
Sin embargo, algunos estudios han demostrado que las crías que crecen junto a sus madres tienden a presentar menos comportamientos erráticos, son más sociables y amistosas, además de que tienden a ganar más peso y gozar de mejor salud.
Por lo que todo queda en manos de las grandes corporaciones de producción de carne y leche, dependiendo de lo que ellas busquen generar en su ganado y qué tipo de beneficio se pueda sacar del mismo.
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Al final, no importa cuál sea la decisión o el fin, no deja de ser una lamentable escena la que se genera cada vez que un ternerito es separado de su madre.
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