Los animales tienen ocurrencias que en cualquier momento nos pueden sorprender, pero en algunos de los casos también nos pueden poner en aprietos.
Es el caso de Scott Babcock, quien fue sorprendido por una llamada del departamento de servicio de vuelos mientras trabajaba una tarde en un aeropuerto de Alaska, porque había “algo” que estaba bloqueando la pista.
Sin perder tiempo fue inmediatamente a la pista a ver de qué se trataba… No podía creerlo, era un sello de más de 200 kilos.
Este gran animal de alguna manera, y no precisamente por avión, había viajado aproximadamente casi 2 kilómetros y decidió terminar su viaje en el medio de la pista del Wiley Post-Will Rogers Memorial Airport.
Aunque para los trabajadores del aeropuerto es común encontrar algunos animales en la pista y lidiar con ciertos disturbios, la visita inesperada de este gran sello los dejó muy sorprendidos.
Meadow Bailey, directora de comunicaciones del Departamento de Transporte e Instalaciones Públicas de Alaska, comentó que frecuentemente en las pistas del norte se ven pájaros, caribúes, osos polares y bueyes almizcleros, pero no focas.
Scott se detuvo a observar un rato analizando lo que hacía este gran animal, tal vez pensó que podía motivarlo a moverse de ese lugar. Sin embargo, este gran animal ni se inmutó por su presencia. Estaba realmente muy cómodo en la pista de aterrizaje, sin ninguna intención de retirarse y dejar la pista libre.
El sello no parecía molesto o alarmado, simplemente tenía un comportamiento natural de su especie, y al parecer incluye tomar siestas en el medio de las pistas del aeropuerto”.
Después de un tiempo, no había duda de que este gran animal no iba a ir a ninguna parte y finalmente llamaron a control de los animales para que las personas preparadas pudieran retirarlo de la pista.
A través de un trineo y una máquina de nieve los oficiales cargaron el sello y con todo el protocolo de seguridad lo sacaron del área. Indudablemente que el plan del sello quedó anulado, no pudo quedarse en la pista para tomar una larga siesta y pasar ahí el resto del día.
El Departamento de Transporte e Instalaciones Públicas de Alaska publicó en su cuenta de Facebook esta anécdota y los comentarios jocosos de los usuarios no se hicieron esperar.
Entre risas y bromas lo cierto es que para el personal que labora en el aeropuerto, la vida silvestre es muy importante.
Afortunadamente, los trabajadores evitaron que ocurriera algún accidente que lamentar y pudieron ayudar al gran sello a salir sano y salvo, tal vez un poco molesto por la interrupción de su siesta, pero en perfecto estado.
Definitivamente, los animales tienen experiencias muy ocurrentes como esta, que merecen ser compartidas con nuestros amigos y familiares.